El anuncio de que finalmente habrá unas nuevas elecciones en Grecia ha rematado al Ibex. El selectivo ha perdido el nivel de los 6.700 puntos y, en la apertura de Wall Street, pierde un 1,5%.
El Ibex trataba de aferrarse a los números verdes esta mañana, al calor de los buenos datos de crecimiento en Alemania. Sin embargo, el fracaso en Grecia para formar una coalición de Gobierno y el anuncio de que habrá nuevas elecciones ha sentado como un jarro de agua fría. El Ibex ha empezado a caer en picado. El índice ha perdido la cota tíécnica de los 6.700 puntos, un nivel que había logrado respetar hasta ahora y se deja un 1,5%. La prima de riesgo supera los 485 puntos.
El dato de PIB de Alemania, mejor de lo esperado por el mercado, ayudó a las Bolsas por la mañana, pero los números rojos se imponen por la tarde en todas las grandes plazas financieras.
Las miradas están puestas en Grecia donde finalmente no hay acuerdo para crear un Gobierno de unidad nacional. Las nuevas elecciones se celebrarán en junio. La consecución de un acuerdo en Grecia era clave para cumplir con los compromisos adquiridos para recibir la ayuda del resto de países de la Eurozona y del FMI. Ahora, la posibilidad de que Grecia abandone el euro, con las incontrolables consecuencias que pueda tener, se ve más cerca.
En España, el sector financiero se mantiene bajo análisis, mientras el mercado mira con lupa la reforma bancaria impulsada por el Gobierno para tratar de disipar cualquier duda sobre la fortaleza de las entidades españolas. Bankia es el valor más castigado del selectivo con un descenso del 4,88% que se suma al batacazo del 9% que registró ayer. Popular y Caixabank que ceden alrededor del 1% son algunos de los valores que más caen.
Junto a la banca, el sector constructor se lleva la peor parte salvo Ferrovial que suma enteros despuíés de que Natixis aconsejara comprar los títulos de la constructora. En el terreno político, la canciller alemana, Angela Merkel, y el recientemente elegido presidente francíés, Francois Hollande, celebran su primera reunión bilateral, en la que intentarán salvar diferencias sobre las políticas de austeridad y crecimiento.
