Despuíés de más de un año de un sufrimiento histórico, con un derrumbe en bolsa del 84% en doce meses, Sacyr Vallehermoso dará en breve una alegría a sus inversores. La constructora va a proponer a la próxima junta general de accionistas la aprobación de una ampliación de capital liberada mediante la cual retribuirá a sus inversores. La operación dará una rentabilidad del 5%.
Fuentes próximas a los accionistas de referencia de Sacyr Vallehermoso aseguran que el consejo de administración celebrado la semana pasada acordó someter a la junta general que se celebrará en junio esta forma de retribución. Se trata de un sistema de distribución de dividendos en especie muy habitual en el grupo controlado por Juan Abelló, Demetrio Carceller y Manuel Manrique, que lo ha puesto en práctica en cinco de los últimos diez años.
En 2011, la empresa decidió distribuir 12,4 millones de euros mediante la emisión de 12,4 millones de títulos en la proporción de una acción nueva por cada 33 antiguas. Esa ecuación suponía ofrecer una rentabilidad del 3%, interíés que este año será casi el doble hasta el 5% (el número de títulos viejos exigidos será menor), según fuentes próximas a varios de los accionistas de Sacyr.
Este ejercicio, el reparto de estas acciones, que tiene una ventaja fiscal respecto al dividendo en efectivo, tiene un valor especial. La singularidad recae en que probablemente será la única remuneración que perciban los inversores debido a la difícil situación financiera por la que atraviesa Sacyr. La empresa suspendió el dividendo que debía de haber abonado con cargo a 2011 por las píérdida de 1.604 millones registrados en el ejercicio de la venta forzada del 10% de Repsol.
El objetivo del grupo presidido desde octubre por Manrique es recuperar el pago en metálico de al menos un dividendo anual, tal y como lo había hecho hasta 2009. Pero debido a la deuda corporativa que arrastra la sociedad (300 millones de euros), lo más probable es que Sacyr restrinja la salida de dinero de la caja para preservar su maltrecha salud financiera. En cualquier caso, la decisión final se adoptará en octubre, una vez cerrados los primeros tres primeros meses del ejercicio.
Entre enero y marzo, Sacyr Vallehermoso obtuvo un beneficio neto de 28 millones de euros, lo que supone una reducción del 46,8% respecto al mismo periodo de 2011. La cifra de negocio del grupo de construcción y servicios cayó un 15,8% entre los pasados meses de enero y marzo, hasta 875,9 millones de euros, lastrada por los negocios de promoción de viviendas y construcción. De su lado, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 16,4%, hasta 111 millones.
La compañía se anotó 37 millones de euros en su resultado neto trimestral por la participación del 10% que mantiene como accionista de Repsol. De los 83 millones de euros que le corresponde anotarse a Sacyr por la consolidación por puesta en participación en la petrolera, la constructora ha restado 46 millones "con el fin de adecuar el valor contable de la participación" y sólo se apunta los 37 mencionados a los que, no obstante, es preciso restar los intereses que se pagan por el críédito asociado a esta inversión.
A cierre de marzo Sacyr arrastraba un endeudamiento neto de 9.005 millones de euros, un 2% más respecto a cierre de 2011, de los que 2.391 millones corresponden al críédito vinculado a Repsol. Sacyr siguió avanzando en su internacionalización, dado que a cierre de marzo cosechaba el 38% de su facturación fuera de España, frente a la tasa del 34% de un año antes.