El Tesoro pondrá hoy a prueba a la banca española en la primera subasta de deuda a medio plazo desde que el Gobierno anunció el pasado viernes que las entidades financieras tendrán que provisionar 28.000 millones más de lo previsto.
El organismo que depende del Ministerio de Economía pretende subastar hoy hasta 2.500 millones de euros en bonos con vencimiento a 2015 y 2016 en uno de los momentos más críticos para España en los mercados financieros.
Hasta ahora, las entidades financieras nacionales han sido capaces de sostener las subastas de deuda española a largo plazo, gracias a que han invertido en bonos del Reino de España buena parte de la liquidez que tomaron prestada del Banco Central Europeo (BCE) en las 'mega subastas' de críédito.
Sin embargo, el desvanecimiento de los efectos de esos manguerazos de liquidez en el mercado y el daño que los bancos españoles sufrirán en su cuenta de resultados este año como consecuencia de la aplicación de la nueva reforma financiera, complican la labor que las entidades de este país venían ejerciendo en las subastas del Tesoro.
"Es un círculo vicioso. Los bancos españoles están sosteniendo las subastas, mientras el diferencial de la deuda empeora, lo que provoca píérdidas en las carteras de la banca. El problema es que en este momento no es sencillo vender a inversores extranjeros", explica el subdirector del área de deuda pública de Ahorro Corporación, Javier Casal.
Entre febrero y marzo, los inversores internacionales retiraron de la deuda española cerca de 25.000 millones de euros, según los últimos datos del Tesoro. De esa cifra, 20.000 millones de euros fueron ventas en bonos y deuda a largo plazo, mientras que el resto correspondía a letras del Tesoro.
Tras la estampida de marzo, el dinero extranjero desinvertido en letras y bonos del Estado español supera desde diciembre los 61.800 millones de euros. Así, la proporción de deuda española en manos de inversores no residentes ha pasado del 50,4% al 37,5% en sólo tres meses.
La huida de capitales está siendo acompañada por una escalada sin precedentes del interíés del bono español a 10 años, lo que encarece las subastas de deuda.
Ayer, despuíés de que la prima de riesgo española llegara a tocar los 500 puntos básicos para cerrar despuíés en 482 puntos, los mercados secundarios de deuda exigían por comprar bonos con vencimiento en 2015 un interíés de entre el 4,3 y 4,7%. mientras que por los bonos que vencen en cuatro años (2016) pedía un 5%.
El pasado martes, el Tesoro subastó letras sin problemas, aunque se resintió la demanda frente a citas anteriores. No obstante, ese tipo de subastas son mucho más sencillas para el organismo por el papel de los ahorradores y el menor riesgo que entraña la compra de este tipo de deuda con vencimiento en el corto plazo.