Los días comprendidos entre el 7 y el 11 de mayo ya están en la historia de la banca española. La semana empezó con el anuncio de la salida de Rodrigo Rato de la presidencia de Bankia, siguió con el nombramiento de Josíé Ignacio Goirigolzarri el miíércoles y terminó el viernes con la aprobación de un decreto ley que elevó en 30.000 millones de euros las provisiones de la cartera de críéditos y activos inmobiliarios del sector bancario.
En este escenario, la acción de Banco Popular cayó un 6,5% en la semana. Una caída que la entidad aprovechó para comprar acciones propias por valor de alrededor de 27 millones de euros. El resultado es que en sólo cinco días el banco que preside íngel Ron ha aumentado su autocartera desde el 2,55% hasta el 3,24%.
Se trata desde el porcentaje más alto desde que hay datos registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Desde el 27 de febrero, el número de acciones propias del banco se ha elevado desde el 0,46% hasta el actual 3,24%. Un paquete valorado a precios de mercado en 113 millones de euros.
Defender la cotización se ha convertido en una prioridad para el banco, que la semana pasada cayó otro 9,5% y que en lo que va de año se ha dejado en el camino un 45%. Sólo la nacionalizada Bankia ha caído más en 2011. No obstante, la sangría para Popular se ha detenido en las dos últimas sesiones, en las que ha ganado unos tímidos avances del 1,3% y del 0,05%.
La autocartera del grupo puede haber crecido más en las últimas seis sesiones, en las que en plena caída de la cotización el bróker del Banco Popular ha sido el mayor comprador de acciones, con un saldo neto -compras menos ventas- de 8,4 millones de acciones por un valor efectivo de casi 17 millones de euros. La mayoría de estas compras podrían incrementar el número de acciones propias.
Provisiones
El grupo ha cifrado en 2.314 millones de euros netos las provisiones adicionales que necesita para hacer frente a las del Gobierno. De la cifra, 1.695 millones corresponden a Banco Popular, y el resto al banco Pastor. Aunque el grupo recuerda que tiene un plazo de dos años para abordar el saneamiento del grupo ya que está en marcha la integración con el banco gallego, el mercado está castigando con dureza al valor.
Firmas de análisis como JB Capital prevíén que el banco no pagará dividendos contra los resultados de 2012 y que el banco necesitará 1.500 millones de euros en nuevo ‘equity’