Como si de ayer se trataran, recuerdo los apretujados “corros†ubicados a lo largo y ancho de un abarrotado “parquíé†donde rudimentaria contratación a “viva voz†de entonces (o sea, cuaderno y bolígrafo en ristre a “grito pelao†y donde la palabra era ley)…â€tomo hidrolasâ€â€¦ doy Fecsaâ€â€â€¦â€tomo Iberdueroâ€â€¦â€me aplico Cantábricosâ€.. â€doy Sevillanaâ€.. doy Sniaceâ€â€¦â€tomo Asland… “tomo Dragadosâ€â€¦â€tomo Urbisâ€.. â€doy Vallermosoâ€.. â€tomo Bamiâ€.. â€doy Azucareraâ€â€¦ â€tomo Aguilasâ€.. â€tomo Agricolas… “doy hispanosâ€â€¦ “tomo Santanderâ€â€¦ “me aplico Urquijo a 1600â€â€¦ “tomo Bilbaoâ€â€¦ “tomo Vizcayasâ€â€¦ “tomo Centralâ€â€¦ “tomo Exploxivosâ€â€¦â€â€¦ “me aplico Cepsaâ€â€¦ “tomo Felgueraâ€â€¦â€tomo Cafâ€â€¦â€tomo Fenixâ€â€¦ “tomo Telíéfonos†era un “espectáculo†digno de haber vivido en directo. Críéanme, en el más riguroso de los directos. Teníamos tambiíén un activo y creciente mercado de “derechos de suscripción†( la expansión del sector industrial y por ende de nuestra economía, hacia que muchas de las empresas cotizadas tuvieran que recurrir -año si año tambiíén- a las ampliaciones de capital, todo ello con el beneplácito y alegría del pequeño accionista); productivos derechos cuyo primer cambio incluso llegaba a duplicarse durante el periodo de suscripción.
Disponíamos tambiíén de un aceptable “mercado secundario†de renta fija donde se negociaban las obligaciones, los bonos, las cedulas y las distintas clases de duda -no síé si “soberana†– que para su financiación emitían empresas de los sectores elíéctrico, químico, de alimentación, siderometalúrgico, inmobiliario o de construcción; los Bancos, tanto públicos como privados y, por supuesto el propio Estado.
Y hablando de “Banca Pública†…
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http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/se_acuerdan_de_la_bolsa_teniamos_un_activo_y_creciente_mercado_de_derechos