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El programa Brasil sin Miseria localizó e incluyó en sus proyectos a 687 mil familias pobres de todo el país, 47 mil más que las propuestas hace un año, cuando el plan fue presentado por la presidenta Dilma Rousseff.
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Brasil sin Miseria, una de las principales iniciativas del gobierno Rousseff, persigue sacar de la extrema pobreza antes de finalizar 2014 a los 16 millones 200 mil brasileños que aún viven en esas condiciones, según cifras oficiales divulgadas hoy, con motivo de su primer aniversario.
El plan estrella de la Presidenta brasileña cumple mañana un año de vida y las estadísticas muestran su eficacia en la búsqueda de las familias pobres, uno de los desafíos iniciales del proyecto, porque esas personas estarían viviendo en las calles o en zonas apartadas.
Por ello, la ministra de Desarrollo Social y Combate al Hambre, Tereza Campello, sostuvo que "invertimos la lógica de esperar que las personas tocaran en la puerta del Estado para alcanzar a los más pobres de los pobres. Por eso, conseguimos superar nuestra expectativa de localizar 640 mil familias".
Al hablar del programa en víspera de su primer aniversario, Campello destacó algunas acciones conjuntas para impulsarlo aún más, como Brasil Cariñoso, recientemente presentado y cuyo objetivo es sacar de la extrema pobreza a los menores de seis años, garantizando recursos mensuales a sus familias.
Esa iniciativa, que comienza hoy, llegará a dos millones 700 mil menores de seis años que viven en la miseria y la asistencia prevista permitirá una reducción del 40 por ciento de las familias que están aún en la extrema pobreza.
Brasil sin Miseria tambiíén tiene entre sus propósitos la inclusión productiva de los miembros de los núcleos pobres para que en el futuro puedan mantener por sí mismas a sus familias. Para ello, el proyecto cuenta con el Programa Nacional de Acceso a la Enseñanza Tíécnica y el Empleo.
Datos oficiales reflejan que este último programa tiene inscritas 123 mil personas pobres en cursos de calificación profesional, principalmente en las áreas de la construcción civil, servicios, hotelería, comercio, industria, bares, restaurantes y cuidado de ancianos, entre otros.
Asimismo, fuentes oficiales refieren que Brasil sin Miseria beneficia a más de 250 mil familias de agricultores -alrededor de un millón de personas extremadamente pobres- con oferta de asistencia tíécnica, semillas y recursos para la adquisición de equipos para la producción.
Otro de los íéxitos de Brasil sin Miseria, indican las fuentes, radica en que la expansión de las políticas públicas en las áreas de salud, educación y asistencia social prioriza a los territorios más pobres del país.
