Grifols, Tíécnicas y CAF son los valores españoles preferidos para esquivar la incertidumbre por su escasa dependencia de la economía europea.
La crisis de la deuda soberana sigue arreciando en la eurozona. Pero ahora el epicentro de la tormenta ya no se encuentra sólo en la maltrecha economía griega. La prima de riesgo española se ha disparado hasta máximos históricos, superando la barrera de los 500 puntos básicos (ayer cerró en los 535 puntos).
Unos niveles que preocupan tanto a España como a sus vecinos en la zona euro, ya que acrecientan las dudas en torno a la viabilidad de la moneda única. De hecho, la divisa europea se ha desplomado un 6,6% en el último mes hasta la cota de los 1,23 dólares, mínimos de 2010. Y el principal índice de la eurozona, el EuroStoxx 50, ha retrocedido un 9%. Un comportamiento no tan negativo como el del Ibex 35, que cae un 14%, pero peor que el de la bolsa americana (el Dow Jones cede un 6,7% en el mismo periodo).
Escenarios
Ante esta tesitura, muchos inversores se plantean la conveniencia de reducir su exposición a los activos vinculados tanto al euro como a las economías de la región. La cuestión es ¿hasta quíé punto habría que protegerse del riesgo euro? Todo depende de cómo se desarrollen los acontecimientos en el corto plazo.
En este sentido, los expertos barajan diversos escenarios. El más optimista pasa por que el próximo 17 de junio Grecia elija un gobierno que estíé de acuerdo con el plan de rescate europeo, lo que tranquilizaría los miedos del mercado. En este escenario, tanto el euro como la bolsa europea podrían recuperar posiciones rápidamente.
En la otra cara de la moneda, la salida de Grecia provocaría que la tensión subiera enteros. Incluso podría llevar a una ruptura del euro, aunque esta hipótesis es muy poco probable, según los expertos.
Como los giros que va a dar la política europea en el corto plazo son difíciles de predecir, los expertos aconsejan preparar la cartera para sortear (o al menos minimizar) la tormenta del euro. La mejor opción para prevenir el desastre es apostar únicamente por divisas extranjeras, como el dólar de EEUU o de Canadá, o las divisas nórdicas. Pero a este respecto, los expertos recuerdan que el remedio podría ser peor que la enfermedad.
“La volatilidad de un monetario en dólares puede alcanzar el 9%. Un vaivíén que no es asumible para un inversor de perfil conservadorâ€, comenta íngel de Molina, director de Análisis de Tressis. Además, si se da el escenario más benigno, el inversor podría perderse una importante remontada del euro. “En ese caso, los inversores bajistas tendrían que cerrar posiciones, lo que podría suponer un rally del euro del 5% o el 6%â€, comenta Marta Campiello, socia de Abante Asesores.
En el campo de la renta fija, la directriz es evitar la deuda perifíérica (o apostar por ella sólo para los plazos muy cortos), ya que la volatilidad seguirá siendo muy elevada. En cambio, la renta fija americana y la emergente suponen opciones atractivas para resguardar la cartera del riesgo de la eurozona.
Para la inversión en bolsa las recomendaciones apuntan hacia el mercado estadounidense. “El mercado inmobiliario va despertando poco a poco, la confianza de los ciudadanos parece sólida, y la tasa de paro ha ido disminuyendo progresivamente, aunque aún queda mucho camino que recorrerâ€, explica Victoria Torre. Los valores europeos tampoco deberían exiliarse de la cartera, aunque los analistas aconsejan centrarse en aquellos cuyos ingresos procedan en buena parte de otras regiones.
Por otro lado, los expertos recomiendan apostar por fondos de inversión flexibles y de gestión alternativa, que puedan adaptarse con rapidez a los cambios del mercado.
Valores con mínima dependencia de los países de Europa del sur
Las oportunidades en la renta variable son diversas, pese a la tormenta bursátil que vive el mercado español (el Ibex cae un 29,2% en 2012 y es el peor indicador de Europa, por detrás incluso del Athex griego, que pierde un 26,24% anual). Pero en la bolsa española hay excepciones.
Existe un puñado de cotizadas que tiene un perfil internacional claro, “con poca exposición a España y que tampoco dependen de Europa del sur, donde se encuentra el principal problemaâ€, asegura Josíé Antonio Cortíés, de GVC Gaesco. Así, Grifols sube un 40,81% en 2012 gracias a las bondades de la compra de la estadounidense Talecris, que cerró en junio. Esto le ha permitido ser el tercer fabricante mundial de hemoderivados y que un 90% de sus ingresos proceda de EEUU. Tíécnicas Reunidas tambiíén es otro ejemplo de empresa cuyo negocio tiene un perfil claramente internacional.
Los contratos que se ha ido adjudicando este año en el exterior (el último en Australia) le permitirá obtener unos beneficios que sorprenderán al mercado, según los analistas. Podría subir un 25% adicional. Y por último, CAF retrocede un 9,2% en el año, pero lo hace mejor que el índice General, que cede más de un 25% en 2012. Su negocio, basado en la fabricación de elementos para los ferrocarriles, ha esquivado la crisis y tiene una cartera de pedidos que le asegura el beneficio de los tres próximos años.
Más allá de nuestras fronteras, los expertos aconsejan aplicar la misma estrategia: huir del sector financiero, uno de los principales damnificados por la crisis del euro, y centrarse en valores con buenos fundamentales y que puedan sacar partido al carácter defensivo de sus negocios. Eso sí, el inversor deberá tener en cuenta que para entrar en valores internacionales se debe pagar unas comisiones mayores que las que implica la apuesta por la bolsa española.
Las comisiones para invertir en un valor español suelen ser del 1% por cada 1.000 euros y para un valor extranjero, se elevan a cerca del 6% por cada 1.000 euros. En Europa, Marián Fernández, directora de Análisis de Inversis, señala a las farmacíéutica Sanofi y Bayer . Entre los favoritos de Tressis figuran Volkswagen, Danone y LVMH.
Al otro lado del Atlántico, tambiíén existen posibilidades interesantes. Las multinacionales McDonald’s, IBM o Apple se perfilan como los valores más atractivos, dada su perspectiva de crecimiento a medio plazo.
Por otro lado, los fondos de inversión suponen una opción especialmente atractiva para apostar por valores extranjeros, ya que aportan una gestión profesional y las comisiones suelen ser reducidas (en torno al 2%).
Entre los favoritos de Abante Asesores en Europa figuran el Alken European Opportunities, que acumula una rentabilidad del 7,09% en 2012 y el Jupiter European Growth, cuya rentabilidad en el año asciende al 13,21%. En los mercados emergentes, destacan el Aberdeen Emerging Markets y el Skandia Pacific, que suben más de un 0,5% en 2012. En bolsa americana, los expertos de Tressis, destacan el Robeco US Premium, que se anota un 4,64% en 2012.
Invertir en oro: una apuesta arriesgada
Una de las alternativas más usuales en tiempos de crisis es la inversión en oro. Sin embargo, el precio de la onza ha perdido fuelle en los últimos meses (sube un 3,6% en el año, gracias al alza del 3,9% que se anotó ayer), pese a la debilidad que muestra la economía europea y la crisis de la deuda soberana.
Marian Fernández, de Inversis, cree que las materias primas y los metales preciosos sólo brillan en dos contextos: o bien cuando se les considera activo refugio o cuando hay perspectivas de recuperación, “pero en estos momentos no están actuando favorablemente con ninguno de estos pretextosâ€.
íngel de Molina, de Tressis, coincide en que el oro no es la mejor apuesta para escudarse del riesgo euro. “La inversión en este activo suele proteger contra la inflación, pero en un entorno como el actual, la probabilidad de un nuevo quantitative easing (programa de promoción de la liquidez) en EEUU es escasaâ€, dice. Con todo, el oro podría presentar un potencial de crecimiento en el largo plazo, según Victoria Torre, de Self Bank.
“El incremento en la demanda por parte de los países emergentes y el escaso peso del metal en las reservas de los Bancos Centrales de India, Rusia o China podrían contribuir a mantener su precioâ€, afirma.
Deuda emergente y bonos "refugio"
En el contexto actual de pánico inversor, las firmas de asesoramiento financiero aconsejan destinar al menos un 20% de las carteras a renta fija. Los expertos recomiendan centrarse en la deuda pública de EEUU con duraciones cortas (hasta tres años).
En Tressis ven tambiíén atractiva la renta fija pública de países emergentes denominada en divisas fuertes, como el dólar (hard currency). Otra opción es decantarse por bonos de las economías europeas consideradas más sanas económicamente.
Sin embargo, las rentabilidades son casi negativas. La deuda de Alemania, por ejemplo, ha cedido esta semana hasta mínimos históricos, al situarse en el 1,2%%. Los bonos de estos países están considerados activos refugio y podrían ser interesantes para aquellos inversores que se pongan en el peor escenario y que busquen seguridad por delante de rentabilidad, según los analistas.
En cambio, los inversores menos pesimistas pueden hacer apuestas puntuales en deuda perifíérica, aunque siempre a corto plazo (menos de cinco años) y con vistas a mantener los títulos hasta el vencimiento, ya que el precio seguirá sujeto a una fuerte volatilidad.
Otra opción interesante es la renta fija privada de compañías con buena calificación crediticia (con un ráting igual o superior a BBB) de EEUU, Canadá, países nórdicos. Victoria Torre responsable de análisis y productos de Self Bank tampoco descarta las emisiones de compañías de los países emergentes.
“Existen empresas con balances más saneados que muchas de los países desarrollados y que ofrecen spreads (diferenciales de rentabilidad con respecto a la deuda pública) aún interesantes, de entre el 2% y el 3%â€, comenta. Más allá de la renta fija privada, la experta tambiíén ve valor en algunas emisiones de deuda ligadas a la inflación.
Entre los fondos de renta fija favoritos de los expertos figuran el M&G Optical Income y el Carmignac Securitíé. “En ambos casos, la exposición a deuda perifíérica es del 0%â€, comenta Campiello.
Divisas para resguardarse de la crisis
En el mercado de divisas tambiíén hay opciones para intentar sortear la crisis. Para aquellos inversores más pesimistas con el devenir de la zona del euro, los analistas recomiendan invertir una parte de la cartera (entre un 20% y un 50%, dependiendo del perfil de inversión) en cash, en monedas de los países con más fortaleza económica. “El dólar norteamericano, el canadiense, el franco suizo o las divisas de los países nórdicosâ€, comentan desde GVC Gaesco.
Otra alternativa son los fondos monetarios con estas monedas de referencia, que “es una opción más operativa para muchos inversores y que además permite los traspasos sin implicaciones fiscalesâ€, asegura Josíé Antonio Cortíés, de la firma.
Ahora bien, el inversor que busque refugiarse por completo del riesgo euro, tiene que ser consciente de que está asumiendo otros riesgos que quizá no le compensen.
En Inversis, por ejemplo, no ven muy clara esta alternativa ya que consideran que el euro se encuentra muy próximo a un soporte clave, de 1,20 dólares, y podría recuperarse desde esta zona si el panorama mejora en Europa.
Hay que tener en cuenta que el euro cae un 4% frente a la moneda estadounidense en el año, hasta los 1,23 dólares y cotiza cerca de su nivel más bajo desde julio de 2010. Además, junio estará cuajado de acontecimientos que podrían suponer un vuelco en su cotización. Entre ellos, las elecciones griegas, los test a la banca europea y la auditoría del sector financiero español. “Con tal concentración de noticias, es probable que alguna sea positivaâ€, comenta Marta Campiello, de Abante.
Por su parte, íngel de Molina, de Tressis, señala que el franco suizo y el yen japoníés funcionan como activos refugio. Pero advierte de que la rentabilidad es mínima. “La capacidad de apreciación de estas divisas es cero, ya que su precio está limitado por los bancos centrales y los tipos de interíés que ofrecen son mínimosâ€, explica.
Además, si la situación en Europa mejora y el euro recupera terreno, “el revíés para el inversor puede ser brutalâ€.