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La depreciación del peso frente al dólar no es reflejo de la situación económica del país, sino producto de la volatilidad y el nerviosismo generado por el resultado de las elecciones en Grecia, las cuales influirán en el destino de Europa.
El director de banca privada de BBVA Bancomer, Javier Diez Jenkin, explicó que si bien la moneda estadunidense podría volver a presentar picos y cotizar alrededor de los 14.80 pesos, esto corresponde a factores externos y no al comportamiento de las finanzas nacionales.
Al respecto, Diez Jenkin precisó que una vez que pasen las elecciones en el país heleno, se espera que el tipo de cambio se normalice y cierre el año en una cotización estimada de 12.80 pesos por dólar.
El directivo comentó que una señal de la solidez de la divisa mexicana es que registra un flujo importante en el mercado, al ser una de las monedas más operadas.
Asimismo, señaló que el proceso electoral en Míéxico no afectará el tipo e cambio, ya que el país cuenta con instituciones sólidas y las plataformas de los candidatos no plantean cambios en la política.
En este sentido, resaltó que las reglas bien ancladas en la materia, las bajas tasas de interíés, altas reservas, la fuerte política cambiaria del Banco de Míéxico (Banxico), además de su autonomía, han permitido al gobierno sortear la volatilidad.
Destacó que la crisis de 2008 fue tan impresionante como la de 1929 y sin embargo Míéxico logró mantener la estabilidad de su economía, por lo que es de pensar que el candidato que llegue a la presidencia se mantendrá en la misma línea.