Por... Katia Porzecanski y Camila Russo
La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner dijo que pasará sus ahorros de dólares a pesos e instó a sus colaboradores a hacer lo mismo conforme se esfuerza por mantener el capital en el país y evitar una caída de la moneda.
El peso ha tenido su mayor declinación trimestral desde el 2009 con una caída de 3.3 por ciento, a 4.4840, a pesar de que Fernández endureció las restricciones a la compra de dólares. Los bonos en dólares del gobierno caen, y el rendimiento adicional que los inversores exigen para tener los valores en lugar de bonos del Tesoro de los Estados Unidos creció ayer 53 puntos básicos, a 1,170, mientras que el diferencial promedio de los bonos de mercados emergentes declinó cinco puntos básicos, a 398, según el índice EMBI Global de JPMorgan Chase Co.
Fernández hizo la recomendación a “amigos, colegas y funcionarios del gobierno†durante un discurso del 6 de junio en Buenos Aires, en momentos en que los productores rurales, la mayor fuente de dólares del país, detenían las ventas de granos para protestar por los aumentos de los impuestos a la tierra, los controles de precios y la política cambiaria. Fernández impuso limitaciones cambiarias luego de su reelección en octubre en tanto los inversores compraban dólares para protegerse de la inflación, que economistas estiman es de 23 por ciento.
“Lo que hizo Cristina fue un gesto simbólico, pero no cambiará la actitud de los inversores porque las condiciones no han cambiadoâ€, dijo en entrevista telefónica Gustavo Quintana, un operador cambiario de la firma de Buenos Aires Rabello Cía. SA. “El tema fundamental es que en Argentina hay inflación y que quedarse en pesos significa perder los ahorros. Las razones para el ahorro en dólares siguen existiendoâ€.
Luego de anunciar un impuesto a las importaciones de bienes de capital para proteger a los productores locales, Fernández dijo que convertiría a pesos sus ahorros de un depósito a plazo fijo en dólares porque “es más rentableâ€.
A fines del 2010, Fernández tenía certificados de depósito con denominación en dólares de $3.1 millones, según una declaración de activos presentada a la oficina de lucha contra la corrupción del Ministerio de Justicia. Su declaración comprendía los bienes de su esposo y predecesor, Níéstor Kirchner, que murió en octubre de ese año.
“Para aquellos que sólo piensan en dinero y en dólares, aquí tienen: una actitud que demuestra que estamos absolutamente convencidos de esta batalla de seguir luchando por lo que es nuestroâ€, dijo Fernández.
El banco central compró más de $6,500 millones desde el 2 de enero hasta el 24 de mayo conforme regulaba la declinación del peso y fortalecía las reservas, que el gobierno utiliza para pagar deuda. El banco busca limitar las oscilaciones de la moneda, dijo un funcionario de prensa del banco central que pidió que no se revelara su identidad debido a la política del banco.
En el mercado no regulado, donde los argentinos sortean los controles cambiarios mediante la compra de bonos en pesos en el plano local y su venta en el exterior por dólares, el peso ha caído 22 por ciento en los tres últimos meses, a 6.26634 por dólar.