Os pongo un magnífico ejemplo de John Hoefle, economista con organización LaRouche. “La manera más fácil de comprender la naturaleza de los derivados en los mercados es pensar en un perro con un caso grave de pulgas. Las pulgas, cuya existencia dependen del perro para comer, crean pequeños imperios de compra y venta de la sangre del perro. Ellos tienen tanto íéxito, que el perro comienza a morir. Esto presenta para las pulgas un verdadero dilema, porque si muere el perro se acabo su bonanza especulativa. Unas pulgas con gen de genios vienen con una solución: En lugar del comercio de la sangre del perro, pasan a la negociación de los futuros de sangre. De repente, su comercio ya no es limitado a la cantidad de sangre que puede aspirar de la sangre de perros que están cotizando ahora de forma virtual, que por su naturaleza es ilimitada. Así que los imperios comerciales de las pulgas se amplian como nunca antes, convirtiíéndoles en ricos más allá de sus sueños más salvajes-y quiíén le importa si el perro ha muerto en el ínterin?â€
jeje que siga la burra!!