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Autor Tema: no puedo estar "por desgracia" mas de acuerdo con este tí­o  (Leído 211 veces)

pepemartinez

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Estamos en un lugar muy oscuro y muy negro

    
Santiago Niño Becerra


    Martes, 19 de Junio del 2012 - 12:07:55
    
Donde estamos, claro, pero, ¿dónde es eso?. Pues en un lugar muy obscuro, muy negro, y con unas expectativas por delante muy difí­ciles aunque no incluyen el fin del mundo. El texto sobre España publicado por el FMI el pasado dí­a 15 lo pone de manifiesto (http://www.imf.org/external/np/ms/2012/061512.htm). (El Paí­s del 16.06.2012, en sus Págs. 20 y 21, pasa una revista muy detallada al texto).

¿La ventaja de cosas como estas?: que a estos niveles cada vez se difuminan menos las cosas, otra cosa es lo que se quiere que llegue a la ciudadaní­a y lo que esa ciudadaní­a quiera saber.

Bien, ¿quíé dice el Fondo?, pues esto:

El Gobierno deberí­a incrementar, ya, el IVA. Lo que no queda claro es si debe hacerlo para compensar la caí­da de la recaudación fiscal que se está produciendo como consecuencia del derrumbe de la actividad económica o realmente para aumentar los ingresos fiscales y hacer frente a un díéficit que ni el FMI ni la CE piensan que España va a poder cumplir.

Debe reducirse la remuneración que perciben los funcionarios (se entiende que los empleados públicos en general). Tampoco queda clara la razón: ¿es porque cobran demasiado teniendo en cuenta que entre reducciones, congelaciones y disminuciones de festivos algunos ya llevan una disminución de ingresos del 20%, o porque no va a haber ni un puto duro para pagarles con lo que el cumplimiento del díéficit aún se hará más complicado?.

Debe suprimirse la reciíén reincorporada deducción por la compra de vivienda. ¿Debe ser así­ porque tales deducciones suponen menos ingresos fiscales en un momento en el que lo fundamental debe ser pagar lo que se debe, o porque con deducciones o sin deducciones no se va a vender ni un piso y cosas como esas, en esos momentos, crean mala imagen?.

No le gusta nada, pero nada, al FMI la amnistí­a fiscal aprobada, y exige que no haya más. ¿Será porque la pasta que va a salir a la luz va a ser una nimiedad y eso de amnistí­as a los ricos que defraudan queda muy mal en momentos como los actuales?.

Cuando el díéficit ya se haya encarrilado las cotizaciones sociales deberí­an reducirse. Lógico: como las pensiones tambiíén deben reducirse y van a reducirse, ello justifica que lo hagan las cotizaciones: es una vieja fórmula: se disminuye el gasto por lo que puede disminuirse el ingreso que lo alimentaba.

El Fondo es partidario de llevar hacia adelante las privatizaciones, lo que tiene mucha lógica a fin de obtener dinerito que asegure parte del pago de lo que se debe y aunque suponga la descapitalización del paí­s (y al margen de las consecuencias que experimente la calidad del servicio: es archifamoso el estudio que demostró fehacientemente el empeoramiento de la calidad del servicio de distribución de agua en Inglaterra una vez que fue privatizado por Margaret Thatcher).

Muy, pero que muy preocupado se siente el FMI por la salida de capitales, depósitos y fondos varios que se está produciendo en España, y no es para menos que lo estíé. Esas salidas son la muestra de que la confianza en España, en su economí­a, en su sistema bancario, en sus instituciones, se está rompiendo, y ya saben lo que sucede con la confianza: se confí­a en alguien o no se confí­a, pero si se confiaba y la confianza se quiebra, en la mayorí­a de los casos no hay Loctite en el mundo que la recomponga.

Tambiíén le preocupa al FMI la reducción de la deuda privada que se está experimentando en España, cosa que puede sorprender, pero no si se va más allá. La deuda privada se está reduciendo porque aunque la impagadosidad está aumentando quienes aún pueden pagar lo que deben, pagan, y no solo eso: muchos de quienes pueden están reduciendo deuda aceleradamente. Esto estarí­a bien si se adquiriese deuda nueva a fin de continuar con los procesos de consumo e inversión, pero eso no sucede porque las entidades financieras desconfí­an de todo el mundo y porque ahora cada vez más personas fí­sicas o jurí­dicas prefieren deber poco o, mejor aún, nada. Algo así­ es genial pero como se sigue llevando puesta la gorra del antiguo modelo, si no hay deuda no hay consumo y no hay crecimiento; en cualquier caso, que podrí­a esperarse: las rentas están cayendo, el desempleo aumentando y los salarios disminuyendo; si encima el ahorro cae …

Podrí­a parecer un contrasentido en base a todo lo dicho, pero no lo es: el FMI se dice preocupado por los efectos que los recortes de gasto público van a tener en la economí­a. Decí­a que no es un contrasentido porque lo preocupante es que por el lado privado esos recortes no se van a ver compensados a travíés de un mayor gasto fruto de una mayor actividad, es decir, el gasto público caerá y nada lo va a sustituir, por lo que lo que en el horizonte apunta -más- es una crisis de sobreproducción: excedentes de oferta no colocables en el interior y a esperar que puedan ser exportados (cosa difí­cil según el Informe de Primavera elaborado por el propio FMI y publicado a mediados del pasado mes de Abril).

España necesita ‘reformas estructurales’ (complicado concepto si no se conoce), ¿para quíé?, pues para reducir su gasto público: pensiones, subsidios, …, y para que puedan disminuir los salarios, los impuestos y las cotizaciones sociales que pagan empresas a fin de ganar alguna competitividad y poder exportar alguna cosa ya que la demanda interna se va a hundir más de lo que se ha hundido.

Y, ¡cómo no!, el Fondo dice que España debe aumentar su productividad; y ¡cómo no!, no dice que en tíérminos ‘España’ es imposible debido a la estructura del PIB que España tiene y que no compensa a la mayorí­a de empresas invertir: lo único que, de verdad, puede conseguir que la productividad aumente.

Y todo ello ya: con urgencia urgente. Mañana, no, ¡ya!. La pregunta es obvia: ¿quíé sabe el FMI que los comunes mortales no sabemos ni, según parece, debemos saber?.

Como colofón el FMI duda del plan de estabilidad presentado por España hace cuatro dí­as. OK, España no puede cumplir ese plan, pero entonces, ¿por quíé el FMI, la CE y todo bicho viviente admitió ese plan y no dijo: ‘No, Gobierno de España, no puedes cumplir con este plan; para la semana que viene nos presentas otro’?.

Mi impresión: la economí­a española se halla en una situación muchí­simo peor de lo que hasta ahora parecí­a estar. Mucho peor. Agarríémonos a algo que no se mueva porque vienen olas gigantes.

“Olas gigantes que os rompíéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!”