Iberdrola ha sufrido en los dos últimos meses un golpe que la compañía había tratado de esquivar desde que comenzó la crisis financiera: la rebaja del rating. Standard & Poor´s, primero, y Moody´s, segundo, le han recortado su calificación financiera, lo cual tiene dos consecuencias graves. La primera es el mayor coste del capital en sus cuentas y la segunda es que pone en jaque el bono extraordinario de los directivos, valorado en 60 millones de euros.
Hasta la fecha, Iberdrola presumía de ser la única elíéctrica española que había escapado de las tijeras de las agencias de rating. Mientras Gas Natural y Endesa, además del resto de grandes energíéticas europeas, habían visto rebajada su solvencia, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán había hecho había seguido al máximo los consejos de S&P para mantener una relación adecuada entre la deuda y su caja.
Pero el pasado 3 de mayo, la agencia le recortó su solvencia desde “A†hasta “BBB†por las difíciles circunstancias de la economía española y del sector elíéctrico en concreto. Además, disminuyó la calificación de su perfil crediticio desde excelente a fuerte. S&P le mantuvo su perspectiva en estable al considerar que será capaz de mantener fondos suficientes para sus operaciones y de mantener la deuda en niveles acordes con el nuevo rating.
El pasado viernes, Moody´s hacia lo mismo al degradar la calificación de Iberdrola un escalón, de 'A3' a 'Baa1', y tres a Enagas y REE, de 'A2' a 'Baa2'. Además, advirtió a las tres de que podría hacer frente a más rebajas de la calificación. No obstante, mantuvo la nota a Endesa y a su empresa matriz, la italiana Enel, que aguantan en 'Baa1'; así como a Gas Natural, cuya calificación es 'Baa2', todas ellas con perspectiva negativa.
La explicación de la medida es sencilla: "Dados los múltiples canales de contagio que existen entre los emisores (de deuda) soberanos y corporativos, requiere mucho esfuerzo hasta a las más fuertes empresas públicas con herramientas defensivas lograr una calificación superior en uno o dos escalones a la del 'rating' soberano en el país donde están radicadas".
Mal en bolsa
El anuncio tendrá consecuencias a corto plazo cuando Iberdrola salga a refinanciar su balance. Y tambiíén a medio cuando a finales de 2013 la compañía evalúe el cumplimiento de los objetivos del Bono Estratíégico dirigido al presidente, Ignacio Sánchez Galán, a los otros dos consejeros ejecutivos y al resto de directivos de la elíéctrica, hasta un total de 350 beneficiarios. Todos aspiran a recibir gratuitamente 17 millones de acciones, valoradas en unos 60 millones a día de hoy y en cerca de 90 cuando se aprobó dicho plan en la junta general del pasado año.
Para conseguir dicho premio, Iberdrola debe conseguir tres retos. El primero está relacionado con la evolución del beneficio neto consolidado, que tiene que estar por encima de la media de sus cinco principales competidores. El segundo depende del comportamiento de la acción de la elíéctrica española en comparación con el índice Eurostoxx Utilities y las acciones de los cinco mayores rivales del continente. El tercero está condicionado al mantenimiento de la calificación crediticia, algo que ya ha perdido.
El primer y segundo elemento del Bono Estratíégico dependerá mucho del nuevo real decreto que prepara el Ministerio de Energía para regularizar el sector. La normativa se conocerá previsiblemente la próxima, pero ya se descuenta que todas las compañías sufrirán un fuerte cortocircuito en sus cuentas. La pregunta es si el impacto ya está descontado en las cotizaciones, como la de Iberdrola, que es una de las peores entre las grandes elíéctricas de Europa, tan solo por detrás de Enel. En el año lleva una caída del 23%, que se amplía al 35% en los últimos doce meses. La continúa incertidumbre regulatoria le ha penalizado con mucha dureza, por lo que algunos brokers ya recomiendan empezar a comprar Iberdrolas.
En el anterio plan 2008-2010, los directivos de Iberdrola alcanzaron el 75% de los objetivos, por lo que percibieron unos 55 millones de euros. Una de las claves fue precisamente que la compañía mantuvo el rating.