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La incertidumbre por un crecimiento poco controlado de la deuda pública de Panamá crece con el criterio del Ministerio de Economía y Finanzas que la prohibición de ventas de acciones del Estado afecta el programa de inversiones.
El titular de ese despacho, Frank de Lima, ha sido enfático al advertir que los fondos se reducen sin esos posibles ingresos y que, en consecuencia, saldrán perjudicados los gastos sociales porque las inversiones en curso no se pueden detener.
De Lima ha dicho que es necesario impulsar la Autoridad del Agua, pese a que las arcas del Estado estíén en rojo, pero sin las ventas de acciones de la empresa de telefonía Cable & Wireless no se captarían los 400 millones de dólares para iniciar su plan de inversiones.
Las alternativas son amargas: o se reduce el gasto público con sus consecuencias negativas, o se aumenta el endeudamiento que ya acumuló en mayo de 2012 unos 14 mil millones de dólares, según cifras de la Dirección de Críédito Público del MEF.
Dicha situación podría implicar, adicionalmente, un aumento de impuestos y de la inflación por nuevas emisiones monetarias nacionales que la gente rechaza por no tener respaldo debido a la dolarización que impide una política monetaria propia.
Precisamente la imposición de un Fondo de Ahorro, rechazado por economistas y políticos de oposición, está diseñado para reformar la política fiscal y permitir un aumento del díéficit hasta 2,9 por ciento del producto interno bruto, o un adeudamiento de mil 300 millones de dólares adicionales.