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Las empresas petroleras concentran hoy la atención en la evolución de la tormenta tropical Debby, localizada en el Golfo de Míéxico y con posibilidades de impactar en zonas vitales para la producción del oro negro.
Fuentes oficiales estadounidenses indicaron que las firmas ya paralizaron al menos el 7,8 por ciento de la extracción de crudo en el área, así como el 8,2 por ciento en el caso del gas natural.
Asimismo, las petroleras Anadarko, British Petroleum, Royal Dutch Shell, ConocoPhillips y Chevron -entre otras- suspendieron las operaciones en varias plataformas marinas y evacuaron al personal que labora en esas instalaciones.
La firma BHP Billiton paralizó desde el 22 de junio pasado las actividades en dos de sus centros que aportan de conjunto cerca de 150 mil barriles diarios de petroleo.
En el Golfo de Míéxico se concentra el 29 por ciento de la producción estadounidense de crudo, el 6,5 por ciento de la extracción de gas natural y cerca del 40 por ciento de la capacidad de refinación del país.
Una situación de ese tipo podría favorecer ademas la recuperación de los precios en los mercados energíéticos internacionales, afectados por una tendencia generalizada a baja de las cotizaciones.