Por... Anchalee Worrachate
La capacidad de la región del euro para salir de la crisis de la deuda a travíés del crecimiento enfrenta un obstáculo: una población vieja.
Si bien el primer ministro italiano Mario Monti y sus homólogos español y francíés impulsan medidas para estimular una expansión económica, el ratio correspondiente a la dependencia estructural de Italia supera el 50 por ciento. En otras palabras, el número de individuos en edad de trabajar es inferior a la mitad del total de la población. El gobierno pronostica que ese ratio alcanzará 63 por ciento en el 2030 y 83 por ciento en el 2065.
El envejecimiento y las reservas de mano de obra en proceso de contracción aumentan las tribulaciones presupuestarias en la región donde la tasa de desempleo ya alcanza un máximo ríécord. El riesgo es que sin una reforma de los programas de beneficios, los gobiernos no puedan equilibrar sus libros en tanto la recaudación fiscal se contrae y crecen los pasivos sin financiamiento de las pensiones y la salud. Los bonos con vencimiento más prolongado en España, Portugal y Grecia están teniendo un peor desempeño que los de más corto plazo en medio de la preocupación de que las finanzas de los países continúen deteriorándose.
“No se puede generar crecimiento de la nada y la tendencia demográfica en la eurozona no conduce al crecimientoâ€, dijo Humayun Shahryar, que colabora en la gestión de US$100 millones como máximo responsable ejecutivo de Auvest Capital Management Ltd. en Nicosia, Chipre. “Durante mucho tiempo, la expansión económica de la región fue impulsada por los bajos costos de endeudamiento que acompañaron a la unión monetaria. Eso ya no es así y la menor cantidad de población en edad de trabajar es un problemaâ€.
El rendimiento extra que exigen los inversores por tener bonos italianos a 30 años en vez de títulos alemanes de igual vencimiento fue de 377 puntos básicos ayer en Londres, en comparación con 119 tres años atrás. El promedio a 10 años es 95 puntos básicos, o 0,95 puntos porcentuales.
La proporción de personas mayores de 65 años en Europa crecerá desde 16,6 por ciento este año hasta 19 por ciento en 2020, según proyecciones de la
Oficina del Censo de los Estados Unidos. Sólo el ratio de Japón es más alto, ubicándose en 23,9 por ciento para 2012, lo cual traba sus esfuerzos destinados a superar dos decenios de estancamiento.
En España, donde la tasa de desempleo de 24,6 por ciento es la más alta de la Unión
Europea, el gobierno está pagando unos 7.000 millones de euros (US$8.840 millones) por mes a jubilados, en comparación con los 3.840 millones de euros que pagaba en 2000. El ratio de trabajadores que pagan al sistema por retirado cayó hasta 2,43, el nivel más bajo desde 2003, dijo el viceministro de Seguridad Social Tomás Burgos el 5 de junio.
La tasa de desempleo en la eurozona subió hasta 11,1 por ciento en mayo, la más alta desde que comenzaron las series de datos en 1995, dijo la oficina de estadísticas de la
Unión Europea el 2 de julio.
La crisis de la deuda y los recortes presupuestarios derivaron en una regresión económica que en junio hizo bajar a un mínimo en más de dos años la confianza empresarial en la región. Empresas como Deutsche Lufthansa AG, PSA Peugeot Citroen y la agencia de noticias española Efe, están tratando de reducir empleos para afrontar una demanda más díébil.
“Es grande el desafío por delante y la perspectiva económica en deterioro hará más difícil resolver el problemaâ€, dijo Pavan Wadhwa, responsable global de estrategia de tasas de interíés en JPMorgan Chase Co. de Londres. “Los países perifíéricos deben comprometerse a implementar las reformas y los programas de austeridad para llevar la deuda a niveles sostenibles y así ganar la confianza de los inversoresâ€