Los chicos de la City ponen en peligro a la banca mundial
Ian Dey | Sunday Times
Era febrero de 2007 y los mercados financieros aún no habían sentido la fuerza de la crisis de liquidez mundial. Un trader, experto en derivados de Barclays, había descubierto una oportunidad de hacer dinero fácil. Había hecho una apuesta importante que saldría rentable si caía un tipo de interíés europeo fundamental. Mejor aún, afirmaba haber encontrado una manera de movilizar los colosales recursos financieros de Barclays para garantizar que eso sucedería. El escándalo libor llega a Alemania: el país empieza a investigar a Deutsche Bank.
"Si dices una palabra de esto a alguien no te cuento nada más", dijo tambiíén el trader a su amigo del banco rival. "Síé cuál es la potencia de mi tesoro... por favor guárdatelo o no funcionará".
Esta cadena de mensajes electrónicos, enviados a travíés de salones de chat y de servicios de mensajería instantánea, formaba parte de un explosivo alijo de pruebas hecho público hace dos semanas por la Financial Services Authority (FSA), como parte de una investigación de cuatro años sobre manipulaciones del mercado.
Barclays se vio obligada a admitir que algunos de sus traders hicieron frecuentes intentos de manipular los tipos de interíés del libor y el euribor -los referentes que influyen en el coste de casi todas las hipotecas, príéstamos para comprar un coche y tarjetas de críédito en el mundo occidental-.
Se está convirtiendo en un escándalo que podría echar abajo los cimientos del sistema financiero mundial. No ha sido sólo que los reguladores a ambos lados del Atlántico sancionaran a Barclays con multas por un total de 290 millones de libras (365 millones de euros), sino que tambiíén ha surgido una tormenta política que acabado por derribar a Bob Diamond, consejero delegado del banco.
20 entidades, bajo sospecha
Pero el escándalo tiene raíces mucho más profundas que Barclays. En torno a 20 bancos mundiales están siendo investigados, acusados de que ellos tambiíén estaban intentando manipular los tipos del libor. UBS, el banco suizo, está en el centro de la investigación y ha dado a los fiscales estadounidenses muchas de las pruebas que están usando ahora para llevar el caso.
RBS, HSBC, Lloyds Banking Group, Citigroup, Deutsche Bank -toda institución financiera mundial de renombre está metida en el caso libor en mayor o menor medida-. La FSA aún no ha determinado si alguna de estas organizaciones hizo algo mal. Pero las pruebas publicadas la semana pasada sugieren que, al menos, cuatro instituciones estuvieron involucradas.
Las pruebas de la FSA mostraron que desde 2005 había traders en Barclays intentando mover el tipo del libor para proteger sus posiciones.
Muchas de esas operaciones estaban dirigidas por gestores de Barclays intentando hacer que el banco pareciera más fuerte de lo que era en momentos cruciales de tensión. Sin embargo, muchas incidencias parecen haber sido manejadas por una camarilla secreta de traders deseosos de aferrarse a sus empleos y mantener sus bonus.
Este grupo de 14 operadores de Barclays habría usado el dinero de su clientes para rescatar a amigos en diferentes bancos, ha afirmado la FSA, distorsionando para ello el instrumento financiero más importante. Un diálogo detallado en las pruebas contra Barclays resume perfectamente esa mentalidad.
Un trader de un banco cuyo nombre no se cita envió un email a un amigo de Barclays el 26 de octubre de 2006, explicando que sería "hombre muerto" a menos que cayera el libor. Sus jefes no le dejaban respirar. Rogó al trader de Barclays que intentara mover el tipo y el plan pareció funcionar. "Tío. Te debo la vida", escribió más tarde el trader. "Pásate un día despuíés del trabajo y abriríé una botella de Bollinger".
Básico para los príéstamos
Libor puede sonar como un ingrediente más de la sopa de letras de derivados y pseudobonos que contribuyeron a llevar el sistema financiero mundial al borde del colapso. Y sin embargo representa la commodity (materia prima) básica de la banca: el coste del dinero propiamente dicho. El tipo de interíés interbancario de Londres refleja lo que se cobran unos bancos a otros por príéstamos a corto plazo que duran quizás un día, tres meses o un año.
Hasta que el príéstamo interbancario se estancó durante la crisis de liquidez, gran parte del efectivo disponible usado para prestar dinero para hipotecas, príéstamos para comprar coches, tarjetas de críédito o para financiar gigantescas absorciones empresariales venía en parte de estos príéstamos. Así se filtraba el tipo del libor a la economía real.
Estos tipos de interíés han afectado a productos financieros con el asombroso valor de 554 billones de euros (353 billones de libras).
En cierto momento los traders se dieron cuenta de que el sistema tenía un punto díébil: el cálculo de este tipo tan abrumadoramente influyente depende de una combinación de suposiciones y honradez. Todos los días a las 11 de la mañana un grupo de 16 bancos mundiales presentan una estimación de cuántos intereses creen que les cobrarían si tuvieran que pedir un gran príéstamo a corto plazo de uno de sus competidores. Las cifras son recogidas por Thomson Reuters, que está subcontratada para hacer el trabajo por la Asociación de Banqueros Británicos.
Thomson Reuters elimina los cuatro valores más altos y los cuatro más bajos, y hace una media de los valores propuestos por los ocho bancos restantes.
Las dudas sobre la integridad de los tipos de interíés del libor aparecieron por primera vez en abril de 2008. Una investigación de The Wall Street Journal reveló que altos cargos bancarios estaban preocupados por que el referente clave estuviera siendo manipulado. La tensión estaba empezando a surgir en el sistema debido a los problemas de las hipotecas subprime que estaban empezando a desatarse en EEUU.
Los bancos habían empezado a ser más cautos a la hora de prestarse dinero unos a otros, y estaban cobrándose mutuamente tipos más altos, de modo que el libor estaba aumentando. Aun así, algunos ejecutivos dudaban si las cifras debían ser aún más altas.
Se estaba convirtiendo en una señal oculta de dificultades. Cualquier banco al que se viera fijando una cotización del libor más alta quedaba señalado como que tenía más problemas que ningún otro. Con Northern Rock ya quebrado y Bear Stearns a punto de caer, los rumores desagradables podían convertirse en fatales.
Bob Diamond confesó hace dos semanas que Barclays había fijado tipos fraudulentos deliberadamente, porque pensaba que todos los demás estaban haciendo lo mismo.
En aquel momento, la opinión de Barclays era que las propuestas de los otros bancos eran "demasiado bajas dadas las circunstancias del mercado", escribía Diamond en una carta dirigida a Andrew Tyrie, el presidente de la comisión del Tesoro de la Cámara de los Comunes.
Sin embargo, mientras investigaban lo que pasó con el libor durante estos momentos de angustia, la FSA, el Departamento de Justicia de EEUU y la Commodity Futures Trading de EEUU descubrieron problemas más profundos.
Operativa corrompible
Los traders no se habían dado cuenta de repente de que el libor era corrompible durante la crisis de los mercados de la primavera de 2008. Corredores de bolsa de Londres, Nueva York, Tokio, Toronto y cualquier otro centro financiero mundial han intentado manipularlo, esporádicamente, durante años.
Tan Chi Min era uno de los principales traders de RBS en Singapur. El año pasado fue despedido por falta de conducta grave. RBS asegura que Tan fue pillado intentando manipular el tipo del libor para el yen japoníés. Lejos de negarlo, Tan alegó que era "una práctica común" en el banco. Ahora ha demandado a RBS en el Tribunal Supremo de Singapur por despido improcedente, exigiendo 1,5 millones de dólares en bonus impagados.
La demanda de Tan sostiene que RBS intentó influir en los tipos del libor por cuenta de grandes clientes. En una ocasión en 2007, alega que cogió una llamada de telíéfono de un operador de Brevan Howard, el gigantesco hedge fund, que pedía a RBS que desplazara el tipo.
El banco británico ha rechazado todas las declaraciones. Pero la demanda ya ha proporcionado munición para una acción legal popular en EEUU contra 16 bancos mundiales, incluyendo RBS, Barclays, HSBC y Lloyds, alegando que "engañaron subrepticiamente a inversores respecto a sus legítimos tipos de rendimiento".
Se prevíé que una marejada de litigios similares inunde Barclays, y todos los otros bancos, ahora que se ha destapado el turbio mundo del amaño del libor. Es por eso que las acciones de Barclays han estado en caída libre desde que se anunció el amaño, arrastrando al resto del sector con íél.
Fuentes cercanas a Barclays apuntan que nadie ha encontrado pruebas de que los operadores llegaran a tener íéxito desplazando el tipo del libor. Lo único que han encontrado son pruebas de que lo intentaron. Nada más.
Dada la forma en la que se fija el libor, mover los tipos requeriría de la connivencia de traders de varios bancos. Pero si no creían que la táctica tuviera íéxito, ¿por quíé los traders de Barclays por sí solos hicieron casi 300 intentos de mover el tipo? "í‰sta es la manera de llevar a cabo negocios como este pollo", escribía uno de los 14 traders de Barclays despuíés de una operación que al parecer se consideraba que había funcionado. "No hables de esto demasiado, dos meses de preparación... el truco es que no debes hacer esto solo... es entre tú y yo, pero no se lo digas a nadie", sostenía.