Por... Francisco Velázquez
El dólar “paraleloâ€, que se compra en el mercado negro, cerró esta semana en 6.17 pesos argentinos, la tasa más alta de los últimos 10 años.
Los esfuerzos del gobierno argentino por desdolarizar la economía provocaron una incipiente pesificación, pero tambiíén dispararon el precio de la divisa que se vende en el mercado ilegal.
El dólar “paraleloâ€, que se compra en el mercado negro, cerró esta semana con un valor de 6.17 pesos argentinos, lo que representa la tasa más alta de los últimos 10 años.
De esta manera, se amplió aún más la diferencia con el precio del dólar oficial, que está a 4.56 pesos argentinos a la venta, aunque desde hace meses es prácticamente imposible conseguir la divisa en las casas de cambio.
Un sector de la sociedad argentina aún mantiene vigente la sicosis que desató el dólar, ya que ha sido la moneda preferida de ahorro en este país debido a las graves e intermitentes crisis económicas sufridas durante los últimos 50 años.
La dolarización se incrustó durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), quien decretó que un peso argentino valía un dólar, lo que permitió a la clase media argentina viajar y comprar productos importados.
La llamada “convertibilidad†terminó en 2002, en medio de la última y profunda crisis económica que padecieron los argentinos, aunque lo que nunca se eliminó, por ejemplo, fue la tasación de la venta de propiedades en dólares y la compra de la divisa para ahorro.
Es justamente el mercado inmobiliario el que, poco a poco y con fuertes resistencias, se está volcando a la pesificación desde que el gobierno argentino comenzó el año pasado con fuertes controles para abandonar la dependencia cultural del dólar.
La semana pasada, la presidenta Cristina Fernández cumplió su promesa de pesificar sus ahorros, así que transfirió al Banco Nación 3,000,000 de dólares y los convirtió a la moneda local como una manera de enviar un mensaje de confianza a la economía.
El año pasado, el gobierno argentino puso en marcha un duro control a la compra y venta de dólares y decretó que sólo se podría comprar la divisa en bancos o casas de cambio, por lo que fueron suspendidas las operaciones por banca electrónica o cajeros.
Los controles se endurecieron este año, ya que, mediante un sistema electrónico, la Administración Federal de Ingresos Públicos decide cuántos dólares puede comprar una persona, pero nunca queda claro las razones del límite.
En las últimas semanas el veto al dólar se tradujo en el impedimento para ahorrar en dicha moneda y en pesificar a la fuerza las pensiones que se envían a miles de ciudadanos desde el extranjero.
Sin embargo, los argentinos mantienen guardados y fuera del circuito financiero casi 164,000 millones de dólares, cifra que supera incluso la deuda externa argentina, que es de 142,000 millones de dólares.