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El sistema de impuestos existente hoy en Dominicana hace cada vez menos competitivas a las empresas, consideran especialistas, muchos de los cuales abogan por un reforma fiscal para transformar la actual situación.
De esa forma, se da paso a un ambiente poco propicio para las inversiones, la producción y la generación de empleos en un país de unos nueve millones 400 mil habitantes.
A juicio del presidente del Centro Regional de Estrategias Económicas y Sostenibles, Ernesto Selman, es necesaria una reforma fiscal en aras de contrarrestar el problema.
La iniciativa, según el analista, debe basarse en la sencillez, la estabilidad, la neutralidad, la transparencia, el crecimiento económico y la austeridad.
El primer requisito es clave pues los contribuyentes tienen que comprender cuáles impuestos están pagando y los requerimientos para cumplir con las leyes correspondientes.
De acuerdo con Selman, el gasto público se ha incrementado en mayor proporción que los ingresos, y para este año el díéficit fiscal tiene un estimado de 107 mil 500 millones de pesos, unos dos mil 747 millones 603 mil 833 dólares.
Por este tipo de díéficit y del llamado cuasi fiscal, Dominicana vio duplicarse su deuda pública de 2005 a 2011 cuando pasó de 11 mil 702 millones de dólares a 23 mil 681 millones.