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Los reclamos del gobernador de Puerto Rico, Luis G. Fortuño, de que enderezó la economía se vinieron abajo hoy cuando la casa acreditadora Moodys degradó 16 mil millones de la Corporación para el Financiamiento del Impuesto a la Venta (Cofina).
La decisión de la casa acreditadora no debió tomar por sorpresa al gobierno puertorriqueño, pues hace tres meses fue advertido de que los bonos Cofina se hallaban en una lista que sujetos a evaluación en todo Estados Unidos.
En esa oportunidad, Fortuño rechazó el alerta de Moodys porque, dijo, las acreditadoras luego de una díécada "le dieron las clasificaciones más altas en 35 años".
Con la determinación de Moodys, los bonos Cofina se reclasifican de Aa2 a Aa3 y los bonos subordinados de A1 a A3.
"La degradación refleja nuestra percepción de un aumento en el riesgo de la estructura de servicio de deuda de los bonos como resultado de los efectos de la extendida recesión de Puerto Rico con cambios estructurales en el sector de la manufactura debido a la terminación de beneficios contributivos", estableció Moodys.
El candidato a la gobernación del Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, manifestó que esto ha sacado a relucir el fracaso económico que el gobernador Fortuño trató de esconderle al país.
En los últimos meses las casas acreditadoras degradaron la deuda del gobierno puertorriqueño, de la Universidad de Puerto Rico y la estatal Autoridad de Energía Elíéctrica.
Para García Padilla, la degradación de los bonos por parte de Moodys es una derrota para la economía puertorriqueña, lo que "no es razón ni para celebrar ni para sacar ventaja política".
"Los señalamientos hechos por el informe apuntan a la responsabilidad absoluta que carga Fortuño en el desastre económico que enfrentamos", dijo.