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Autor Tema: Problemas similares, soluciones similares...  (Leído 177 veces)

OCIN

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Problemas similares, soluciones similares...
« en: Julio 20, 2012, 09:46:52 am »
Por...   Richard W. Rahn
 


La crisis financiera y de la deuda a nivel mundial puede, a veces, ser mejor comprendida si observamos la pequeña nación que está sufriendo de las mismas enfermedades que los paí­ses grandes. La pequeña nación centroamericana y caribeña de Belice es, de muchas maneras, un microcosmo de Europa y EE.UU. ya que su deuda ha crecido a un nivel al que ya no puede ser honrada sin hacerle un gran daño al resto de la economí­a.
 
Tambiíén, las cortes en Belice, como las que hay en EE.UU., tienen demasiada deferencia con el Estado, lo cual está socavando las libertades civiles, el Estado de Derecho y los derechos de propiedad. Demasiados jueces ceden ante las presiones de las otras ramas polí­ticas del Estado.
 
Estoy aquí­ en Belice para discutir con los representantes del gobierno y de la comunidad empresarial acerca de los cambios en las polí­ticas públicas que deberí­an conducir a tasas más altas de crecimiento económico. Belice tiene aproximadamente el tamaño de West Virginia pero tiene una población de solamente 330.000 personas. El presupuesto está en los millones, en lugar de estar en los miles de millones o billones, así­ que uno todaví­a puede tener una sensación de cuánto se está gastando y en quíé.

El 29 de junio, el Primer Ministro beliceño Dean Barrow presentó la nueva propuesta de presupuesto, la cual —como los presupuestos en EE.UU., muchos paí­ses europeos y otras partes— muestra una relación deuda a Producto Interno Bruto (PIB) acercándose al 100 por ciento. En Belice, el servicio de la deuda es casi del tamaño del díéficit esperado. Tambiíén, el costo del servicio de su deuda, como en España e Italia, es mucho más alto que en EE.UU. El dólar estadounidense, por el momento, todaví­a es la moneda de reserva mundial y es vista como menos riesgosa que muchas otras monedas. Por lo tanto, muchos gobiernos extranjeros, instituciones e individuos todaví­a están dispuestos a tener dólares, lo que mantiene bajas las tasas de interíés de EE.UU.
 
Asuma que usted es el primer ministro de Belice. ¿Quíé harí­a, sabiendo que se está acercando a un precipicio fiscal dentro del próximo par de meses? Será difí­cil prestar más dinero para compensar el díéficit esperado porque es obvio para todos que es poco probable que el paí­s pueda pagar ese príéstamo. De manera que cualquier dinero adicional que preste de fuentes privadas tendrá tasas de interíés muy altas.
 
Podrí­a tratar de reducir el gasto, pero esto requerirí­a un recorte de hasta un 15 por ciento. A cualquier gobierno se le dificulta hacer verdaderos recortes de gasto, particularmente en una democracia donde se tiene una mayorí­a muy frágil, como la tiene el partido gobernante en Belice.
 
Podrí­a declarar un default sobre el pago de intereses a sus acreedores privados. Esta opción podrí­a comprarle un año de tiempo, pero ahuyentará a los inversores extranjeros, hará más difí­cil y costoso el realizar príéstamos en el futuro, y pondrá a su gobierno en riesgo de confiscación de activos que se encuentren fuera del paí­s, además de otros efectos secundarios desagradables, como precios de propiedades en declive.
 
Usted podrí­a tratar de negociar con sus acreedores extranjeros existentes para mejorar los tíérminos —bajar las tasas de interíés, extender los plazos de vencimiento, o una reducción en el monto de los príéstamos. Los acreedores, por supuesto, querrán algo a cambio por conceder cualquiera de estas medidas. ¿Quíé está dispuesto a darles?
 
Esto nos lleva a la última opción, la opción del crecimiento alto. Belice, como EE.UU., ha venido creciendo apenas a un 2 por ciento anual. Un paí­s en su etapa de desarrollo deberí­a estar creciendo al 7 o 10 por ciento anual o incluso más. Como la gran mayorí­a de paí­ses, Belice ha creado muchas polí­ticas regulatorias, tributarias y comerciales, y procedimientos, todos innecesarios, que impiden el crecimiento. Tambiíén ha hecho muchas cosas que han tenido el efecto de impedir de manera importante la inversión extranjera (EE.UU. está haciendo lo mismo con muchas de sus nuevas regulaciones tributarias internacionales).
 
Belice deberí­a embarcarse inmediatamente en un programa de reforma económica, con el objetivo de lograr un crecimiento real de 10 por ciento anual. Esto podrí­a lograrse removiendo los impedimentos regulatorios innecesarios, implementando reformas pro-crecimiento en las áreas tributaria y de comercio, además reformando el banco central y el sistema judicial. Las industrias nacionalizadas recientemente podrí­an ser reprivatizadas, lo que, si se hace correctamente, podrí­a remover una importante obligación contingente. El gobierno podrí­a proveer permisos para ciudades libres o con estatus especiales, como lo ha hecho el paí­s vecino de Honduras, para que estas funcionen como proyectos de demostración y motores de crecimiento económico.
 
Los acreedores le darí­an la bienvenida a un plan de privatización pro-crecimiento y por lo tanto estarí­an dispuestos a dar mejor tíérminos para el pago de la deuda puesto que comprenden que el crecimiento alto conduce a un incremento rápido en la recaudación de impuestos y otros ingresos, lo que reducirá en gran medida los problemas de la deuda.

Un consejo para los polí­ticos estadounidenses: La misma fórmula tambiíén funciona para los paí­ses desarrollados, como Ronald Reagan y Margaret Thatcher lo demostraron hace una generación.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...