Desde que hace más de un año la prima de riesgo entrara en los hogares españoles, el deadline del rescate se ha medido en función del diferencial con el bund alemán. Pero para fijar el día de llegada de los hombres de negro a Madrid no hay que irse tan lejos: cuando la rentabilidad del bono a 3 años supere de forma contundente y continuada la del diez años, habrá intervención total. Y, en estos momentos, España está a un paso de conseguirlo.
Y es que, cuando cayó Grecia, en mayo de 2010, los expertos aseguraban que si la prima pasaba los 300 puntos básicos, el rescate de España era inevitable. Luego cuando superara los 400, los 500, los 600… pues bien, ayer cerró por encima de este nivel por tercer día consecutivo. Lo mismo ocurre para los que defienden que la prima no es la referencia, ya que en su avance entra en juego la caída del tipo alemán. Estos apostaban por la intervención al 6%, al 6,5%, al 7%... ayer el bono acabó en el 7,5%. ¿Quíé hay que esperar entonces?
“El problema es que cuando entras en la situación en la que estamos –lo vimos con Portugal, Grecia e Irlanda- el tramo que más sufre es el 2-3 añosâ€, explican fuentes del mercado a Cotizalia.com. “Esto es así porque, al final, la probabilidad de default se centra en los plazos medios, porque de aquí a diez años el escenario ya habrá cambiadoâ€.
De esta manera, tanto en Portugal como en Irlanda, en el momento de su rescate, la curva del medio y largo plazo se invertía. En el caso del mercado luso, justo un día antes de solicitar formalmente el rescate, el 6 de abril de 2011, la rentabilidad del bono a tres años se situaba en el 9,4%, mientras que la del diez años en el 8,5%.
Si bien es verdad que España todavía dista mucho de esos porcentajes, tambiíén lo es que, por una cuestión de tamaño, las rentabilidades a las que estos países tuvieron que pedir ayuda no son extrapolables. Y es que las necesidades de financiación de la economía española en 2012 rondan los 300.000 millones y tiene que pagar unos 40.000 millones en intereses, mientras que las de Portugal entonces eran de 75.000 millones para cubrir los vencimientos durante dos años.
De esta manera, la rentabilidad del geníérico español con vencimiento tres años ayer alcanzó el 7,3%, sólo un 0,2% menos que el largo plazo, con lo que “en el punto en el que estamos es casi inevitable el rescate y la inversión de la curva será la confirmación del estado de defaultâ€, aseguran esas mismas fuentes.
“Estamos viendo las consecuencias de gastar 100.000 millones más de lo que ingresas. No hay demanda, y las medidas no atacan el gasto políticoâ€, asegura Daniel Lacalle, gestor de Ecofin. “Se descuenta que las subidas de impuestos van a provocar un desplome de la actividad y, por tanto, de los ingresos, mientras que el rescate de las CCAA que lo pidan va a aumentar masivamente el gasto del estado, disparando el díéficitâ€.
El problema es que “parte importante del presupuesto se está yendo en pagar los interesesâ€, asegura Valentí Pich, presidente del Consejo General del Colegio de Economistas. “Para solventarlo hay que hacer los deberes, pero tenemos un problema de gobernanza, en el que hay demasiada gente opinandoâ€.
Desconfianza de los mercados que se está poniendo de manifiesto en el resultado de las últimas subastas de deuda. De hecho, el desplome de la demanda en la subasta de bonos del pasado jueves pone de manifiesto la seguridad que hay en los mercados en que España tendrá que aplicar una quita. Así, la ratio de cobertura del dos años pasó de 4,26 veces en junio a 1,9 veces para vender 1.360 millones de euros.
“La demanda es lo realmente preocupante en estas subastas y está pasando desapercibida enmascarada por las comparaciones sobre la rentabilidad pagadaâ€. Así para analizar el sentimiento del mercado hacia un país hay que tomar como referencia el medio plazo y las peticiones, ya que no es lo mismo salir con letras teniendo en cuenta que ni siquiera Grecia ha llevado a cabo quitas en el cortísimo plazo