La banca europea suma 1,5 billones en críéditos morosos e inmuebles
E. Contreras en eleconomista.com
La interminable crisis ha dejado los balances de la banca embalsados de críéditos fallidos. Las entidades europeas retienen cerca de 1,5 billones de euros en financiaciones morosas y más de 600.000 millones del importe total oprimen al sector en España, Reino Unido e Irlanda, donde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria dejó el ladrillo atascado en sus cañerías. Son estimaciones del informe Global Debt Sales Survey de 2012 elaborado por KPMG, donde revela que se dan todas las condiciones para que la banca desaloje activos dañados, al consumo, hipotecario, inmobiliario e, incluso, de financiaciones de grandes clientes, con su venta a terceros.
España emerge ahí como un prometedor negocio: "Es el mercado de deuda en dificultades más caliente en este momento -la tubería es considerable-. Es de esperar ver transacciones por 10.000-15.000 millones en los próximos doce meses", afirma Joel Grau, director responsable de asesoramiento en Transacciones de Activos Improductivos y Recobro del equipo de Instituciones Financieras de KPMG España.
España: 15.000 millones
A escala global, a la banca le urge soltar activos que nada aportan, consumen recursos propios y generan gastos. La normativa de Basilea III exigirá más capital y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aventura que la banca europea podría encarar el desafío reduciendo sus balances en 2,6 billones de dólares (casi el 7 por ciento de los activos). "El 75 por ciento de esta cifra procederá probablemente de ventas de activos", estima Amparo Solís, socia responsable del equipo de Instituciones Financieras de Corporate Finance de KPMG España.
Se esperaba que el mercado eclosionase hace tiempo porque hay ganas de vender y se multiplican los inversores interesados. Pero las operaciones no acabaron de cuajar por discrepancias a la hora de fijar precios y la inyección de 1,01 billones del Banco Central Europeo (BCE) a tres años. A la banca se le esfumó la urgencia en desinvertir tras recibir un dinero tan barato (0,5 por ciento de interíés) a tres años. Reforzó sus balances y ha "reducido la presión sobre ellos para vender activos no esenciales a precios no deseables", explica Amparo Solís.
No obstante, la losa de determinados activos, como los inmuebles comerciales, preocupan a las entidades por su depreciación y coste de capital, lo que incuba potenciales transacciones. En el caso español se da la circunstancia añadida de que una parte muy significativa del sector -las entidades con ayudas y nacionalizadas- deberán segregar el críédito tóxico a un banco malo, lo que facilitará su posterior venta. El informe prevíé operaciones en España, sobre todo, de bancos fusionados y extranjeros, que podrían ser continuas durante 4 ó 5 años (analizan el mercado firmas como Cerberus, Lone Start, Morgan Stanley o Deutsche Bank).
KPMG ha encuestado a más de 50 interesados -fondos de inversión, oportunistas, capital riesgo, bancos de inversión, etc.- y entidades financieras dispuestas a vender cartera, y España figura claramente entre sus potenciales objetivos, al lado de Reino Unido, Alemania y EEUU. Hasta ahora cuajaban ventas de críédito al consumo. Pero la banca europea quiere deshacerse tambiíén de financiación con promotores e inmuebles, hipotecas en mora e, incluso, activos más sofisticados como financiaciones de infraestructuras y transporte, detalla Grau.
Fondos de EEUU y Australia
Un campo de oportunidades en el que están irrumpiendo nuevos partícipes como fondos de pensiones y aseguradoras, desvela KMPG. En los últimos dos años han recalado asimismo en Europa inversores americanos como Baupost, Centerbridge, Kennedy Wilson y DE Shaw & Co, atraídos por la promesa de una rentabilidad que difícilmente saca ya EEUU y apuntan a España e Irlanda.
"Hay una nueva raza de hambrientos inversores de EEUU que persigue una mayor rentabilidad de lo que pueden lograr en casa y están valorando las ofertas en consecuencia", indica Stuart Rey, co-lider del Grupo Global de Soluciones de Carteras de KMPG. Observa tambiíén firmas australianas interesadas en hipotecas, que otean Irlanda y Reino Unido (Royal Bank of Scotland y Lloyds han vendido carteras a Blackstone y Lone Star).