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Autor Tema: Los grandes grupos comienzan a asustarse por la 'toxicidad' española  (Leído 200 veces)

Scientia

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Los grandes grupos comienzan a asustarse por la 'toxicidad' española

Eva M. Millán (Londres)

La hemorragia económica de España amenaza con convertirse en una brecha sin posibilidad de cicatrización si los sí­ntomas de repliegue evidenciados por algunas multinacionales para evitar la mala salud del paí­s acaban en epidemia y provocan una huida general.

Despuíés de que la propia International Airlines Group (IAG), el matrimonio de conveniencia del que Iberia forma el 50 por ciento, reconociese que prepara planes de contingencia ante los efectos de una potencial salida de España del euro, la veda está abierta para denostar la toxicidad de la marca española. Algo huele a podrido en Europa, pero el origen, esta vez, procede de latitudes meridionales.

Las últimas compañí­as que han mostrado su determinación de reducir presencia son ING y Securitas. En diferentes plataformas, ambas confirmaban ayer que su exposición a los paí­ses perifíéricos habí­a afectado severamente a sus ingresos y, por extensión, a sus beneficios, sobre todo por la necesidad de reservar provisiones en caso de hecatombe. La admisión pública deja ví­a libre para una reacción en cadena que asfixiarí­an aún más la falta de liquidez que azota a una economí­a en la que los recortes en el sector público se ven agravados por la fuga de capital.

El contexto no ayuda. Cada vez son más los directivos internacionales que censuran las dificultades de operar en suelo español, una reputación que, además de reducir cualquier ansia inversora residual, amenaza con el fantasma más inmediato, el de la retirada. No obstante, con el goteo de malas noticias que cada dí­a confirman la precaria salud de una recuperación en estado de coma, las empresas ganan munición para abandonar el territorio sin temor a un mal paso estratíégico.

Revertir la tendencia es complicado. El tijeretazo del Gobierno ha asustado fuera y los gerifaltes financieros no quieren que sus imperios paguen las consecuencias. Con los rumores de rescate cada vez más presentes, y un BCE que ha mostrado cuál es su aproximación a las dolencias de España, los ingresos que dependen de la actuación en los paí­ses perifíéricos están siendo severamente castigados en los mercados. Y la evolución no apunta, siquiera, claroscuros. El consejero delegado de ING no pudo ser más tajante en su evaluación de ayer ante los medios: la "masiva" reducción de gasto del Gobierno en España está teniendo "un impacto en la economí­a en su conjunto" y, con íél, para las empresas que aspiran a hacer caja en el paí­s. Como prueba, los números: la compañí­a afincada en Holanda redujo su exposición a los 34.900 millones de euros a final de julio, más de 7.000 millones comparado con el primer trimestre. La clave es cuántas le seguirán, para una ví­a que parece sólo tener dos opciones: aguantar el riesgo que se deriva de continuar en España, o el camino sin retorno de reducir presencia.