Por... Marco Martínez
Las exportaciones de los autos de lujo pasaron a los 13,633 en los primeros 5 meses de 2012, mientras que en el mismo período del año pasado, la cifra fue de 4,923.
El Ferrari 458 Italia de 204,000 euros nunca ha sido un espectáculo muy común. Hoy se hace más raro, conforme las medidas de austeridad llevan a los propietarios de Ferrari a exportar los superautos.
Los gravámenes a los productos de lujo y los recortes presupuestarios que han precipitado a Italia a su cuarta recesión desde 2001 reducen la demanda de autos deportivos y otros símbolos del estilo de vida despreocupado del país. La cantidad de autos usados de alto rendimiento que abandonan Italia casi se ha triplicado y ha llegado a los 13,633 vehículos en los primeros 5 meses de 2012, mientras que fue de 4,923 en igual período del año pasado, según el grupo de la industria automotriz Unrae.
“Italia es uno de los baluartes de los superautos, y ahora esos vehículos desaparecen de las callesâ€, dijo Giuliano Noci, uno de los decanos de la escuela de administración del Politíécnico de Milán. “Eso tiene un enorme valor simbólico y muestra quíé profunda es la crisisâ€.
El íéxodo refleja la menor demanda de superautos en el país de Ferrari y Maserati, las marcas más rentables de Fiat. Se pronostica que la venta de autos de lujo caerá este año en Italia un 47%, a 593 vehículos, mientras que fue de 1,116 en 2008, según IHS Automotive, que estima que las ventas no volverán a los niveles anteriores a la crisis antes de 2016.
Las medidas de Monti
El gobierno del primer ministro, Mario Monti, instrumenta medidas de austeridad de 20,000 millones de euros (25,000 millones de dólares) en momentos en que la deuda del país alcanza los 1.9 billones de euros. La economía se ha contraído durante cuatro trimestres consecutivos y el desempleo ha aumentado a un nivel cercano al más alto en 13 años mientras caen el gasto en consumo y la producción industrial.
La depresión llevó a Fiat, la mayor compañía automotriz de Italia, a interrumpir de forma temporaria las inversiones en el país. El máximo responsable ejecutivo, Sergio Marchionne, podría cerrar otra fábrica luego de detener la producción en una planta de Sicilia el año pasado. La menor demanda de superautos podría alejar más a Fiat de Italia y acelerar un desplazamiento a mercados más fuertes como los Estados Unidos y China.
Marchionne depende de los modelos de lujo de Fiat para compensar las píérdidas de las marcas masivas del grupo en Europa, que sumaron 345 millones de euros en el primer semestre. La suma de las ganancias operativas de Ferrari y Maserati fue de 175 millones de euros en el período, equivalente a un 12.2% de las ventas, lo que supera el margen de 11.6% de Bayerische Motoren Werke AG.
Italia se ha convertido en una fuente declinante de ganancias producto de superautos luego de que Monti aumentara los gravámenes a la propiedad de vehículos de alto rendimiento en el marco de sus reformas presupuestarias. Despuíés de los cambios, los propietarios del Lamborghini Aventador de 316,000 euros pagan unos 8,400 euros por año de impuestos, un incremento de 6,600 euros.