El paro sigue alto, la prima de riesgo, aunque ha bajado de los 500 puntos se mantiene en niveles inaceptables, la demanda interior continúa deprimida, y, para colmo, tras el último ajuste de 65.000 millones de euros, que va a mermar todavía más la actividad, conocemos que el Plan bianual enviado a Bruselas hace unos días eleva el ajuste por encima de los 102.000 millones de euros.
Con este panorama de fondo, el Ejecutivo no ha rebajado sus previsiones de crecimiento para 2013, año en el que estima que el PIB retrocederá un 0,5%. Algo no muy creíble para los expertos consultados por este periódico, ni para algunas entidades españolas, ni tan siquiera para el FMI, pues la mayoría apuesta por una caída que dobla la estimación del Gobierno: el 1%.