Por... Mara Echeverría
El gobierno venezolano busca una mayor sinergia entre la industria básica y la industria petrolera para un mayor suministro de materia prima.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunció que Petróleos de Venezuela (PDVSA) transferirá un 10% de sus acciones en el proyecto Petropiar, que opera junto con Chevron, a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), en un intento por aliviar las finanzas de las firmas de aluminio y acero.
La estatal PDVSA controla con un 70% la mayoría accionaria del proyecto de crudo pesado Petropiar, en la que la estadounidense Chevron tiene un 30%, tras la nacionalización de los 4 mejoradores en la Faja Petrolífera del Orinoco y el retiro de ConocoPhillips.
"Le vamos a transferir a la CVG el 10% para que formemos una empresa mixta petrolera y eso le díé más fuerza a la CVG", dijo Chávez en un acto con trabajadores desde el estado Bolívar, al sur del país.
El mandatario, que busca su reelección el 7 de octubre, dijo que en los próximos días se tiene prevista la firma de la conformación de la nueva empresa, en la que participará la CVG, y que rebautizará como Petro San Fíélix.
El ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez, citado en una nota de prensa de la estatal petrolera, dijo que la nueva empresa mixta para la producción de petróleo, "impulsará el desarrollo del Gran Eje de Desarrollo Orinoco en materia energíética".
Agobiada por altos costos laborales y problemas de productividad tras la crisis elíéctrica que sufrió Venezuela en el 2010, la CVG intenta superar graves problemas financieros y operacionales.
La entrada de las empresa básicas de Guayana en el negocio petrolero representaría un nuevo subsidio para PDVSA, que financia los programas sociales bandera del Gobierno de Chávez y se encarga de cientos de actividades no relacionadas con su actividad.
En el 2011 la empresa generó unos ingresos ríécord, aunque con un incremento significativo en su estructura de costos y gastos y una gran acumulación de cuentas por pagar a sus proveedores.
La mayoría de las empresas básicas están siendo subsidiadas por el Estado venezolano, sin embargo, no han podido recuperarse completamente.
Con la alianza, el gobierno está buscando que se establezca una mayor sinergia entre la industria básica y la industria petrolera para un mayor suministro de materia prima.
Chevron, que no se ha pronunciado al respecto, acordó con PDVSA el mes pasado los tíérminos de un críédito por 2,000 millones de dólares que se destinará a incrementar la producción de crudo en otro proyecto conjunto en el occidente del país.