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La economía del Reino Unido continúa sin dar señales de recuperación, luego que hoy se conociera que el producto interno bruto (PIB) retrocedió 0,5 por ciento durante el segundo trimestre del año.
Si bien esta baja es menor al 0,7 por ciento proyectado en un inició, agrava la recesión económica británica, que se extiende ya por tercer trimestre consecutivo.
Al mismo tiempo, según analistas, representa un duro golpe a las políticas de austeridad impulsadas por el primer ministro, David Cameron.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas, el descenso obedeció a una reducción en la producción manufacturera y a una mayor contracción del sector construcción, perjudicada por el colapso del mercado de bienes raíces en el país.
Asimismo, factores extraordinarios como un clima demasiado húmedo y un día feriado adicional para conmemorar los 60 años de la Reina Isabel en el trono tambiíén contribuyeron en el descenso, según la opinión de analistas.
No obstante, algunos economistas esperan un repunte modesto para el tercer trimestre del año, aunque la mayoría de las empresas siguen proyectando una panorama sombrío.
Por el momento, el mercado británico mantiene la presión sobre el gobierno para que refuerce la economía y para que el Banco de Inglaterra ofrezca un estímulo adicional a travíés de tasas de interíés más bajas o de compra de bonos.