Portugal tiene intención de lanzar tras el verano la privatización de su operador público de aeropuertos, ANA, y la española Ferrovial estará en la parrilla de salida. Su aliado es el grupo local Teixeira Duarte, y como principal rival se perfila el consorcio formado por la concesionaria lusa Brisa y la brasileña CCR. ANA gestiona Lisboa, Oporto, Faro, Beja y aeropuertos en las Azores y Madeira.
Ferrovial tiene la cuenta corriente cargada, con 3.000 millones entre la caja y las líneas de críédito por disponer, y su intención es diversificar cuanto antes sus inversiones en el negocio de los aeropuertos. Portugal será, a buen seguro, el escenario de su próximo intento si finalmente cristaliza el intento de privatización de ANA, empresa pública propietaria de los aeropuertos de Lisboa, Oporto, Faro o Beja, entre otros.
Dentro del negocio aeroportuario el activo estrella de Ferrovial es la participación en la británica BAA, propietaria del aeropuerto londinense de Heathrow. Sin embargo, el grupo español ha bajado del 56% del capital al 39,9% -continúa siendo primer accionista- y ha pujado en los últimos meses en el proceso de concesiones aeroportuarias en Brasil; llegó a la final en el concurso del aeropuerto de San Juan de Puerto Rico, y era una de las precalificadas para las concesiones de Barajas y El Prat.
De forma paralela a estos procesos, la empresa que preside Rafael del Pino no ha dejado de vigilar la intención del Gobierno luso de hacer caja con su operador público, la empresa ANA.
A la espera de conocer los detalles de la operación, Ferrovial ha sellado un pacto con el grupo local de infraestructuras Teixeira Duarte para analizar la privatización y, de encajar en sus planes, crear un consorcio que estaría participado por ambas sociedades al 50%. Este está abierto a otros participantes.
La alianza con Teixeira Duarte reedita la que ambas entidades firmaron en noviembre de 2008 con el mismo propósito, pero la paralización de la venta de ANA enfrió el pacto y este llegó a vencer sin que fuera renovado.
El interíés de gigantes de las infraestructuras por los activos aeroportuarios lusos es manifiesto y otro consorcio que analizará a fondo la operación es el creado por la mayor concesionaria del país, Brisa, y el gigante brasileño de las autopistas CCR. Al parecer, el operador germano Fraport tambiíén está siguiendo el proceso.
Asesores
La decisión de privatización de ANA está tomada por el Ministerio de Economía y plasmada en el Plan Estratíégico de Transportes. En el mercado se espera que el concurso díé sus primeros pasos en el mes de septiembre. Credit Suisse, Citi, Banco Espírito Santo y Barclays Capital asesoran al Gobierno en una operación que ya se intentó realizar en los primeros compases de la crisis.
ANA cuenta entre sus activos con los aeropuertos de Lisboa, Oporto, Faro (Algarve), Beja (Alentejo), Madeira, Porto Santo, y cuatro plazas en las islas Azores: Ponta Delgada, Horta, Santa María y Flores.
La compañía está participada en un 100% por el Gobierno a travíés del holding estatal Parpública (68,56%) y de la Dirección General del Tesoro (31,44%).
Además de los citados aeropuertos, ANA controla el operador de handling Portway y lidera, con el 84,4%, la iniciativa -hoy congelada- de construir un nuevo aeropuerto de Lisboa a travíés de la sociedad NAER. Para esta última infraestructura se llegó a escoger una ubicación al sur de la capital y se barajó una inversión de 5.000 millones de euros.
Plan vigente
El Plan Estratíégico de Transportes 2011-2015 contempla la privatización de ANA en este 2012.
En enero de 2008 el Gobierno portuguíés anunció que pondría en manos privadas el 50% más una acción del gestor aeroportuario ANA. El proceso se aplazó.
El Ejecutivo ha renovado en este mes de agosto el consejo de administración de ANA y espera ahora un informe sobre la privatización.