La crisis europea ha alejado a los inversores extranjeros, pero tras la mejora del sentimiento este verano, gracias al compromiso de líderes políticos y BCE por mantener el euro, los gestores y brókers estadounidenses parecen estar cambiando de opinión. Ha llegado el momento de distinguir entre las compañías con problemas y las que ofrecen una buena oportunidad de inversión. Las más internacionalizadas son las que captan el mayor interíés de los inversores.
El dinero está buscando compañías con sede en Europa, pero que tienen una exposición limitada a sus mercados domíésticos. Según un importante gestor estadounidense citado por CNBC, los gestores están empezando al olfatear en busca de oportunidades y poniendo su dinero a trabajar en Europa. “Se ha empezado a poner de manifiesto que no todas las compañías europeas tienen una exposición elevada al sistema financieroâ€.
Así, según este gestor, los gestores están buscando entre las compañías que obtienen el 50% de sus ingresos fuera de Europa y están comprando acciones de estas compañías, sobre todo las expuestas a EEUU o Latinoamíérica. “Estoy viendo a mucha gente que empieza a meter dinero en este tipo de empresas y me parece muy interesante, asegura este experto.
El indicador del amor y el pánico, en zona de compras
Por otra parte, el índice Amor-Pánico de BNP Paribas para Europa se sitúa en zona de compra. La entidad gala elabora un índice europeo y otro estadounidense basado en la teoría del inversor contrario.
Es decir, si el tono del mercado es especialmente negativo (pánico) podría ser un buen momento para comprar, mientras que si todo el mundo está eufórico sobre la evolución del mercado (amor), podría ser un buen momento de salirse de los activos.
Un ejemplo de cómo el inversor podría haber obtenido muy buenos retornos es el momento de pánico de marzo de 2009. Para elaborar este índice BNP ha seguido numerosos indicadores macro y de mercado en función de cómo ha sido la evolución histórica de las bolsas. BNP asegura que este índice es útil para conseguir ganancias a corto plazo, pero no es tan útil en la predicción de acontecimientos exógenos que puedan desviar el rumbo de los mercados.
Y el riesgo es que en este momento las bolsas europeas se están dejando llevar por el ruido político y mediático en torno a la crisis y los inversores no están prestando tanta atención a los fundamentales