Los hedge funds no quieren dejar pasar la oportunidad de aprovechar el rally que experimentan las materias primas. La posibilidad de que la Reserva Federal ponga en marcha nuevas medidas expansivas y la sequía que asola Estados Unidos han provocado que prácticamente la totalidad de materias primas hayan registrado incrementos notables en sus precios, una circunstancia que los fondos están dispuestos a aprovechar en toda su amplitud.
Los gestores de hedge aumentaron la semana pasada un 10% sus posiciones largas en materias primas, hasta 1,32 millones de futuros y opciones, lo que supone alcanzar máximos de 15 meses, según los datos de US Commodity Futures Trading Commision. Y las rentabilidades están acompañando estos movimientos, ya que el índice de S&P GSCI Spot, ha rebotado un 20% desde los mínimos alcanzados en junio. La semana pasada solo se revalorizó un 0,4%, pero fue suficiente para acumular cuatro semanas consecutivas de subidas.
Las actas de la Reserva Federal publicadas la semana pasada desataron una autíéntica oleada de compras de commodities ante la posibilidad de que la Fed ponga en marcha nuevas políticas expansivas si la economía no muestra claros signos de mejora. La reacción de los inversores no se hizo esperar y volvieron a adquirir oro, dado su carácter de activo refugio y protección contra la inflación. La reacción del metal dorado no es nueva. Desde que Bernanke comenzó a aplicar relajar las condiciones monetarias para dinamizar la economía en 2008, el oro ha más que duplicado su precio,
Además, Estados Unidos atraviesa su peor sequía en 56 años lo que ha provocado que se dispare el precio de los alimentos y, en especial, del grano –con el maíz a la cabeza, ya que ha subido un 60% desde el 15 de junio, alcanzando un ríécord de 8,49 dólares el pasado 10 de agosto.
Los mayores aumentos del precio de las materias primas estuvieron liderados por los metales y la soja, que se ha encarecido un 33% en solo dos meses. Los futuros de la plata se revalorizaron un 9,3%, lo que representa el mayor incremento desde el pasado mes de octubre, mientras que el oro aumentó un 3,3%, la mayor subida desde enero. No obstante, fue la negociación de productos respaldados por el metal dorado la que experimentó el aumento más significativo, ya que se negociaron 2.448,6 toneladas, una cifra cuatro veces superior a la de tercera semana de agosto.
El inversor, tambiíén interesado
No solo los gestores quieren aprovechar este autíéntico rally que atraviesan las materias primas, los inversores tampoco están dispuestos a dejarlo escapar. De hecho, los fondos de commotidies registraron la semana pasada suscripciones por valor de 1.470 millones de dólares. De esta cifra, 1.260 millones fueron a parar a productos vinculados con los metales preciosos. Además, en lo que va de mes el mercado se han adquirido 53,26 toneladas de oro, cuyo valor ronda aproximadamente las 2.770 millones de oro, a travíés de ETP.
Y no solo de oro vive el hombre. El platino, despuíés de los últimos acontecimientos acaecidos en Sudáfrica –principal productor del metal- en el que los mineros continúan en huelga, ha aumentado su precio un 5,5% la semana pasada, el mayor incremento desde enero, y se duplicaron las apuestas alcistas sobre íél, hasta 15.365 contratos.
Por su parte, los inversores subieron un 18% sus posiciones en petróleo, hasta los 179.526 contratos, pese a que los precios solo aumentaron un 0,1%, hasta los 96,15 dólares por barrill en el caso del West Texas. El precio del crudo alcanzó máximos de 15 semanas el 23 de agosto (98,29 dólares), pero luego volvió a retroceder a finales de semana.
La incertidumbre, domina la cartera
Fuera del área de las materias primas, los gestores de hedge funds no ven claro por dónde va el resto del mercado. Por ello, prefieren las posiciones de efectivo, que están en máximos en las carteras, según la CNN. "La mayoría de los fondos tienen la menor exposición al mercado que he visto en mucho tiempo", asegura Brad Balter, fundador de la firma de asesoramiento de inversiones Balter Capital Management, que explica que los gestores prefieren estar preparados para aprovechar las oportunidades que puedan surgir cuando se aclare la situación económica, ya que muchos están anticipando que se agrave la crisis de deuda de la zona euro, se desacelere el crecimiento de China o aumente el díéficit fiscal en Estados Unidos