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Los integrantes del Comitíé de Política Monetaria (Copom) del Banco Central inician esta tarde una reunión de dos días, bajo la expectativa de una nueva reducción de la tasa básica de interíés, la denominada Selic, brasileña.
La agenda de la primera jornada de la cita prevíé los informes de los jefes de departamentos del Banco Central sobre las expectativas de cada área, en Brasil y en el exterior, según un reporte de la Agencia Brasil.
Mañana, prosigue, los directores del Banco, miembros del Copom, analizan los rumbos de la política monetaria y su impacto sobre la inflación, ocasión en que deciden si reducen, mantienen o elevan la tasa básica de interíés en vigor, actualmente en ocho por ciento anual.
Esta será la sexta reunión ordinaria del Copom en 2012. Desde agosto de 2011 hasta la última efectuada a inicios de julio pasado, los miembros del colegiado han disminuido la Selic en ocho ocasiones consecutivas, la cual pasó de 12,5 por ciento en el octavo mes del año pasado al ya referido ocho por ciento.
El Copom usa la Selic, entre otros fines, para mantener la inflación dentro de los parámetros establecidos, en este caso en una media de 4,5 por ciento, que es la meta oficial del gobierno para 2012. No obstante, esa cota tiene un intervalo de tolerancia de más-menos dos puntos porcentuales.
Los economistas de más de un centenar de entidades que laboran en el mercado financiero brasileño vaticinaron desde hace tres semanas que el Copom reducirá mañana en 0,5 por ciento la tasa básica de interíés, para dejarla en 7,5 por ciento anual. Pese a ello, la Selic brasileña es una de las más altas del mundo.
Desde que la tasa se colocó en 8,5 por ciento anual provocó la primera alteración en el rendimiento de las cuentas de ahorro de la historia de Brasil, que ahora pueden ser inferiores al seis por ciento anual.
La Agencia Brasil sostiene que no existe consenso entre los integrantes del Copom para aprobar una nueva disminución de la Selic, toda vez que las decididas hasta el presente parece que consiguieron su objetivo de impulsar la economía nacional.
Sin embargo, esas reducciones aún no logran una disminución de las tasas de interíés de los bancos, tanto públicos como privados, que constituye uno de los propósitos fundamentales del gobierno.
