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Portugal se encuentra hoy ante un nuevo examen de su programa de austeridad a causa de los persistentes problemas y la falta de medidas efectivas para enfrentar la crisis de deuda.
Durante dos semanas, los representantes de la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) analizarán el camino a seguir ya que la nación lusitana no ha logrado cumplir sus objetivos de reducción del díéficit fiscal y podría solicitar una flexibilización de las medidas implementadas a cambio de ayuda financiera.
Según analistas, la troika evaluará si recrudecerá la austeridad o permitirá que el gobierno incumpla el objetivo de díéficit, o incluso ambas cosas a la vez.
Las disposiciones austeras puestas en marcha desde hace más de un año han hundido a la economía portuguesa en la recesión, opinaron expertos al tiempo que algunos señalan la necesidad de medidas adicionales.
El panorama es poco halagí¼eño, sobre todo ante el objetivo de reducir el díéficit fiscal al 4,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
Unido a ello, el mercado sigue de cerca la tasa ríécord de desempleo de 15 por ciento registrada en el segundo semestre de 2012 y los pronósticos que apuntan a un retroceso anual del PIB de tres puntos.
Si la troika da el visto bueno al programa portuguíés, Lisboa recibirá un nuevo tramo de ayuda de cuatro mil 300 millones de euros, que se sumará a los 57 mil 100 millones recibidos.