Novagalicia es una de las entidades que más está sufriendo el enfado de los clientes particulares que se sienten robados por el escándalo de las participaciones preferentes. Hasta el punto de que ha tenido que cerrar oficinas por las amenazas de los depositantes. Un malestar que ha provocado que en el primer semestre del año los minoristas hayan retirado 3.500 millones de euros del banco nacionalizado.
La entidad presidida por Josíé María Castellano cerró el primer semestre del año con unos depósitos totales de clientes de 43.984 millones, con una reducción del 15,6%. La entidad justificó el descenso por la operativa mayorista, es decir, las relacionadas con las cíédulas no negociables, la cesión temporal de activos o el Tesoro. Una actividad institucional que ha afectado al conjunto del sector.
De esa cantidad, el dinero procedente de ciudadanos de a pie que lo habían invertido a plazo era de 18.791 millones, una cifra inferior en 2.847 millones a la que Novagalicia tenía a finales de 2011. Por su parte, los clientes particulares contaban con 12.772 millones en depósitos a la vista, 715 millones menos que al cierre del pasado ejercicio. En total, 3.562 millones menos, casi cuatro veces el dinero atrapado en participaciones preferentes de la institución gallega
Novagalicia no cuantificó la cantidad de dinero reembolsado y se limitó a decir en su nota de prensa que “la captación de recursos de clientes minoristas refleja el impacto de la intensa competencia por el pasivo†y la caída de la tasa de ahorro en España. Una aseveración cierta a medias -el retroceso general ha sido del 5,6% frente al 13% de Novagalicia- porque entidades como Banco Santander y BBVA acabaron el semestre con saldos positivos, que en el caso del grupo con sede en Bilbao ascendió a 3.000 millones.
“Los bancos sanos se han beneficiado del cabreo de los clientes de los competidores que han caídoâ€, apunta un experto del sector. “De Bankia han salido cerca de 5.000 millones de euros de pequeños ahorradores, que se han ido a La Caixa, a Santander y BBVAâ€, añade. Un trasvase, conocido en el sector como “fly to qualityâ€, que se ha producido sin que ninguno de los tres grandes del sector hayan tenido que recurrir a pagar altos intereses por sus depósitos. Como ejemplo, la mejor oferta de BBVA apenas pasaba del 2%, mientras que la de La Caixa no llegaba al 3%.
Novagalicia tiene 43.000 personas damnificadas por el corralito de las preferentes, un producto bancario que ofrece una rentabilidad superior a la del mercado, pero que no tiene vencimiento (deuda perpetua). Por tanto, el cliente no puede recuperar la liquidez salvo si el banco decide amortizar la emisión de forma anticipada. La entidad gallega colocó 970 millones de euros de este tipo de instrumento financiero, que ahora valen menos de 400 millones. Los afectados se han manifestado incluso ante la casa de Josíé María Castellano, que ha optado por pedir un arbitraje para dirimir el litigio.
Novagalicia ya ha tenido que devolver 1,7 millones de euros a clientes a los que un juzgado ha dado la razón, al considerar que el banco les vendió un producto sofisticado, sin los conocimientos mínimos y falseando el test de idoneidad al que obliga el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El grupo quiere resarcir a los perjudicados con una compensación consistente en aplicar la diferencia entre lo que se suele pagar por un depósito a plazo (en torno a un 3%) y lo que ofrecían algunas emisiones de preferentes (cerca del 7%). Solo ha devuelto la inversión íntegra a los casos flagrantes, como los clientes que firmaron con la huella dactilar al no saber leer ni escribir.
Novagalicia Banco ha perdido 1.399,6 millones de euros en el primer semestre del año, despuíés de destinar 1.638 millones a saneamiento. La cantidad dedicada a la limpieza del balance es "casi nueve veces más" que las dotaciones realizadas en el primer semestre de 2011.