El Tesoro Público tiene emitida deuda que le vence antes del 31 de diciembre de 2015 por valor de 292.028 millones de euros, una galería de letras, bonos y obligaciones disponible para el Banco Central Europeo (BCE).
A falta de que se perfilen los detalles del nuevo plan de compra de deuda que presentará la institución monetaria este jueves para aliviar la presión sobre las primas de riesgo, su presidente, Mario Draghi, dijo ayer que se centrará en los plazos más cortos, no más allá del tres años.
En estos momentos, España cuenta con 15 referencias de letras que vencen entre el 21 de septiembre de 2012 y el 21 de febrero de 2014, por importe de 70.845 millones. Además, tiene bonos y obligaciones que vencen entre el 29 de octubre de 2012 y el 31 de enero de 2016, por valor de 221.183 millones. En total, esos 292.028 millones (ver gráfico).
Draghi explicó en el Parlamento Europeo que, al comprar bonos a un plazo de hasta 3 años, no se vulnera el Tratado. Al final, se trata de una solución temporal hasta que los inversores empiecen a valorar las reformas y los procesos de ajuste puestos en marcha.
El mercado ya ha reaccionado a la noticia y la deuda está incluyendo en precio, según los analistas de Bank of America Merrill Lynch, “la especulación sobre compras a plazos de entre dos y tres años, que el BCE renuncie a la seniority (que no tenga posición de cobro privilegiada respecto a otros acreedores), bandas de rentabilidad y un volumen concreto de comprasâ€.
Como consecuencia, la rentabilidad de la deuda a dos años tocaba esta mañana mínimos de abril, al caer hasta el 3,2%. Pero tambiíén ese optimismo se está trasladando al resto de la curva. El diferencial entre el bono español y el alemán a diez años se sitúa en 526 puntos básicos, con la rentabilidad del español en el 6,65%.
Según explica Josíé Luis Martínez, estratega en España de Citi, primero empieza el BCE con la compra de deuda a corto y despuíés le acompaña el EFSF (facilidad europea) con la compra de deuda a largo. Eso sí, con condiciones. “Puede ser efectivo, pero hace falta pedirlo y cumplir con las contrapartidasâ€, añade.
Se trata de un alivio para el Tesoro, que el jueves, pocas horas antes de la reunión del BCE, tiene que colocar bonos por importe de hasta 3.500 millones, precisamente a plazos cortos, de dos, tres y cuatro años.