'WSJ': "España no ganará su pulso contra el mercado y los inversores"
elEconomista
El Wall Street Journal publica en su versión online un editorial donde indica que el Gobierno de España tiene difícil ganar su "enfrentamiento ibíérico" con los mercados. En el análisis, el rotativo deja claro que "Rajoy no será capaz de resistir por mucho tiempo" ya que los inversores creen "que una solicitud española de ayuda es inevitable".
"A día de hoy persisten las dudas sobre la capacidad y la voluntad del gobierno español para alcanzar sus metas de presupuesto y reformar la economía bajo el contexto de una profunda recesión, podría aumentar aún más sus necesidades de financiación", indica el financiero estadounidense.
Además indica la "aversión" que tiene el Ejecutivo a perder su soberanía y permitir que las autoridades europeas y el Fondo Monetario Internacional supervisen las políticas a implantar en virtud de recibir un paquete de rescate de rescate completo.
En este sentido, el Wall Street Journal indica que los mercados tienen una ventaja en esta batalla. "El incremento de la presión por parte de los inversores puede conducir tambiíén a una mayor presión política de otros gobiernos de la zona del euro", explica.
El análisis tambiíén indica que, aunque es cierto que el potencial de compra BCE ha restaurado el acceso de España a una financiación más asequible eso hace que sea "más difícil para España tragar la amarga píldora política que representan las recetas de Bruselas".
Más preocupaciones
Al respecto, el 'WSJ' advierte que "Rajoy no puede confiar en que el entusiasmo por la deuda española persista". De hecho pronostica que la resistencia continuará, probablemente acompañada por datos económicos pobres.
Esta situación no hará más que aumentar las preocupaciones de los inversores que compraron bonos de vencimiento a corto plazo, sobre todo si esperan poder venderlos al Banco Central Europeo.
Su principal preocupación será la posibilidad de salir de sus posiciones en lo que sigue siendo un mercado sin liquidez. Un estancamiento prolongado podría desencadenar una venta masiva y, por lo tanto, España podría negociar desde una posición de debilidad.