INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Cómo aminorar la carga fiscal por plusvalí­as en apenas cien jornadas  (Leído 220 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
A partir de enero, el particular obtendrá menos ganancias de sus inversiones tras pasar por la dañina reforma de Hacienda. Hay valores donde puede ser hora de recoger beneficios.


Empieza el tiempo de descuento. Todo apunta a que será en enero cuando el Gobierno incluya una subida fiscal para las plusvalí­as, donde se elevará el gravamen a las ganancias patrimoniales generadas durante el primer año hasta el tipo marginal en función de la renta del contribuyente.

Este cambio deja al particular que invierte en acciones -y en otros productos como fondos de inversión, ETF, CFD, Warrants o bonus- un horizonte temporal de poco más de cien dí­as si quiere vender y rebajar su factura fiscal. De lo contrario, el inversor tendrí­a que retrasar la recogida de ganancias hasta que tengan más de un año de antigí¼edad para que la factura se reduzca.

El Ministerio de Hacienda está dificultando los movimientos del minorista en la cancha de la inversión. Aunque el aumento de la carga fiscal supuestamente persigue ir sobre todo contra las operaciones intradí­a, tambiíén afecta al particular que quiera recoger beneficios en menos de un año.

Y es que la propuesta que planteó esta semana el jefe del Ejecutivo es que la actual tributación para las ganancias patrimoniales únicamente se mantenga para aquellas que tengan una vida superior al año.

Las reglas de juego vuelven a cambiar. El Gobierno del Partido Popular pretende recuperar la fiscalidad que habí­a antes de la reforma que introdujo el PSOE en 2007.

Hasta ahora, según la última modificación puesta en marcha el pasado enero, el particular tributaba a un tipo que oscilaba entre el 21 y el 27 en función del importe de las plusvalí­as: 21 por ciento para ganancias inferiores a los 6.000 euros, un 24 por ciento si se situaban entre los 6.000 y los 24.000 euros y un 27 por ciento en el caso de que superasen los 24.000 euros.


Las diferencias
Ahora el Gobierno obligará a dar un paso atrás al pequeño inversor, que se embolsará menos beneficios una vez que pase por el aro de Hacienda.

El tipo impositivo que impondrá el fisco para las operaciones a corto plazo será el mismo que se le aplica al contribuyente por la renta en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Fí­sicas (IRPF), por lo que estará en una escala entre el 24,75 y el 52 por ciento.

A efectos prácticos, un inversor que, por ejemplo, acumule plusvalí­as con acciones de Grifols por 3.000 euros y venda ahora, Hacienda se quedarí­a con 630 euros, mientras que a partir de enero si estas ganancias tienen menos de un año el importe alcanzarí­a los 900 euros en el caso de un contribuyente con una renta entre los 17.707 y los 33.007 euros. El hachazo serí­a de 1.200 euros para rentas 33.007 o 53.407 euros.

Aún no se ha cercado con claridad quíé activos afectados por la subida fiscal, pero de momento se incluirí­an más ganancias aparte de las financieras. "Aún lo estamos estudiando, pero tambiíén afectarí­a a plusvalí­as de otro origen", dijo al respecto el jueves el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, señalando que todo lo que tenga que ver con una variación del patrimonio soportará el nuevo gravamen -aquí­ se incluirí­an, por ejemplo, plusvalí­as de ventas de inmuebles-.


La cesta de ganancias
Lo que sí­ parece muy claro es que el particular que invierte en bolsa en el corto plazo será uno de los grandes perjudicados por el golpe a la fiscalidad planteado por el Gobierno. Y aunque el principal objetivo debe seguir puesto en obtener la máxima rentabilidad en la inversión, la fiscalidad se convierte en un punto a tener más en cuenta.

A 107 dí­as de celebrar el fin de año, el inversor que tiene ganancias en cartera puede plantearse ahora más que nunca si vender -o no vender- para recoger ganancias antes de que se implante definitivamente el alza, prevista en principio para enero de 2013.

Es cierto que hay muchos minoristas que han huido del parquíé y otros muchos que continúan pillados en la bolsa española, pero el rebote del 37 por ciento que consigue el Ibex 35 desde sus mí­nimos de julio lleva a 16 valores del í­ndice a repuntar más de un 40 por ciento desde sus precios más bajos del año. Y todo aquellos que se hayan subido a parte de este rebote son los que en estos momentos pueden tener la tentación de pagar menos a Hacienda.

El sector con el que se ha podido acumular importantes beneficios en los últimos meses es el bancario. El que fue el más castigado durante la primera mitad del año es el que más terreno recupera gracias tanto al avance en la reestructuración del sistema financiero como al viento a favor del que ahora goza la renta variable tras las actuaciones de los bancos centrales en Europa y EEUU.

Es obvio que hablar de comprar en mí­nimos a toro pasado, como suele decirse, es fácil, pero hacerlo es otra cosa... Ahora bien, habrá quien efectivamente haya podido comprar tí­tulos de bancos españoles en julio, en sus precios más bajos de 2012, y ahora puede tener rendimientos de en torno al 60-70 por ciento.

No sólo se trata del singular caso de Bankia -que desde que tocó los 0,52 euros casi ha triplicado su valor-, tambiíén otras entidades como Sabadell o Bankinter se anotan más de un 75 y de un 60 por ciento en cada caso despuíés de pisar su suelo anual. Por su parte, Popular consigue avanzar un 49 por ciento y CaixaBank, un 47 por ciento.

El consenso de mercado no ha cambiado de parecer y sigue recomendando de forma contudente estar fuera de todos estos tí­tulos.

En este sentido, el inversor que haya conseguido tener rentabilidades positivas con alguno de estos valores deberí­a liquidarlas antes de fin de año si no quiere que con la subida fiscal Hacienda le retenga, en muchos, hasta el doble de lo que se cobrará si se reembolsa los beneficios este año. Para los dos grandes bancos, Santander y BBVA, el consenso que recoge FactSet tiene otro consejo: mantener. Ambos rebotan un 55 un 50 por ciento, respectivamente, desde sus mí­nimos.

Otra de las compañí­as que se ha beneficiado por el contexto de los últimos meses es Mapfre. La aseguradora, que tiene en su cartera un parte importante de deuda pública española, ha recibido con los brazos abiertos el compromiso del Banco Central Europeo (BCE) de comprar bonos en el mercado secundario una vez que España solicite ayuda al fondo de rescate. Despuíés de Bankia, es el tí­tulo del Ibex 35 que más terreno recupera desde sus mí­nimos del año, un 75 por ciento, y sólo en septiembre se revaloriza casi un 20 por ciento.

Aunque si hay dos valores que están dejando ganancias este mes a quien los tenga en cartera son Sacyr y Gamesa. Tanto la constructora como el fabricante de aerogeneradores se sitúan, además, entre los tí­tulos que más plusvalí­as dejan al inversor que los cazase en sus mí­nimos de julio -ver gráfico-. Eso sí­, tambiíén pueden estar generando fuertes minusvalí­as, puesto que siguen siendo algunos de los que más retroceden desde principios de 2012.

La historia de Grifols, que tambiíén logra alzas similares a estos dos valores desde sus mí­nimos, es bien distinta. A estas alturas la compañí­a de hemoderivados se ha consagrado como uno de los valores estrella del Ibex este año: los tí­tulos de Grifols son los que más se revalorizan en 2012, más de un 80 por ciento. Abengoa, ACS, FCC, Repsol y Amadeus son otras de la empresas del Ibex con las que muchos inversores han podido pescar plusvalí­as desde mí­nimos.


¿Oleada de ventas?
Los expertos, que no ven "utilidad práctica" en la medida más allá de su carácter puramente recaudatorio, consideran que esta ofensiva contra la inversión a corto plazo no provocará, de momento, ventas masivas de pequeños inversores, más pendientes ahora de las reformas y las polí­ticas económicas que den alas de nuevo a las subidas. "Aún quedan meses por delante. No creo que ahora mismo vaya a haber movimiento, se empezarí­a a notar en el trance de final del año", opina Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets.

Por otro lado, el cambio fiscal puede provocar que los particulares que tomen posiciones con vistas a un plazo más o menos extensible alteren este tiempo en función de lo que puedan ahorrarse en la tributación. "Habrá inversiones que se alarguen en el plazo", apunta Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. "Ahora se va a tener más en cuenta la rentabilidad económico-financiera", comenta.