La gestora de patrimonio inmobiliario Testa, propiedad de Sacyr, planea reducir en un 30% el capital de su filial gala Tesfran. De este modo, amortizaría un críédito de 200 millones que la francesa prestó a su matriz en 2007. La operación será complementada con la venta del gran activo de Testa en el país vecino, la torre parisina Adria, con la que Sacyr pagaría otros 437 millones de un críédito que vence en marzo.
Cunden las soluciones imaginativas y los sacrificios ante las dificultades de las empresas para afrontar los vencimientos de críéditos y las exigencias del mercado para que estas reduzcan sus deudas. Es el caso de la constructora Sacyr, cuya patrimonialista Testa tiene deudas por 640 millones que dependen de un activo en fase de venta, como es el rascacielos parisino Adrií .
La primera porción de esa cifra, 200 millones, corresponde a un críédito de 2007 concedido a Testa por la subsidiaria francesa Tesfran, titular de la citada Torre Adria. Este príéstamo intragrupo, al 2,25% de interíés y del que se han reembolsado recientemente 22 millones, venció el pasado día 18 y la forma de amortizarlo será la reducción de capital en la propia Tesfran, controlada por Testa en un 99,5%.
El movimiento planeado por Sacyr sobre su sociedad gala, cuyo capital social asciende a 667 millones de euros, fue aprobado en junta de accionistas de Tesfran el pasado mayo. En un principio está previsto que la ejecución se lleve a cabo a lo largo de este mes de septiembre. Sin embargo, solo se reduciría el capital de Tesfran en caso de que tomen vía rápida los contactos para vender su único activo, la torre parisina Adria, valorada en 500 millones por la tasadora CB Richard Ellis. De lo contrario, se renovará el príéstamo.
El consejo de Tesfran tiene hasta el 30 de noviembre para ejecutar la reducción por un máximo de 200 millones, el 30% del capital. De forma paralela, empieza a manejar muestra de interíés por el edificio.
Activo estrella
El rascacielos situado en La Díéfense, distrito de negocios al oeste de París, es uno de los activos sobre los que Sacyr ha colgado el cartel de venta dentro de su política de reducción de deuda. Con 39 plantas y un parking de 615 plazas, entre otras instalaciones, el inmueble tiene un valor de mercado de 500 millones, según tasación de CB Richard Ellis. La torre fue adquirida por el grupo español en 2006 y hoy es uno de los activos más destacados en la cesta de Testa. Cuenta con un cliente único, la ingeniería Technip, cuyo alquiler hasta el año 2021 ronda los 30 millones de euros anuales.
La devolución en efectivo del críédito otorgado por Tesfran en 2007 carece de sentido para Sacyr. Con una reducción de capital de hasta 6 euros por acción, lo que se sumaría los citados 200 millones el críédito, el grupo español reintegra esa cantidad sin tocar su caja. Al mismo tiempo, equilibra el capital social de Tesfran con el valor de su único activo, la Torre Adria. A los propietarios del 0,5% de Tesfran que escapa del control de Sacyr se les pagaría en efectivo.
Pero la torre parisina pesa aún más en la política de reducción de deuda del grupo que preside Manuel Manrique. La subsidiaria Testa cuenta con otros dos príéstamos que le vencen a corto plazo. El primero, de 437 millones, tiene fecha de caducidad en marzo de 2013 y está relacionado con la adquisición de la propia Torre Adria. La intención del grupo es amortizar esta cantidad procediendo a la venta del inmueble en los próximos meses. De lo contrario tendrá que refinanciar.
El segundo príéstamo, de 110 millones, tiene que ver con las inversiones de Testa en Miami (EE UU), donde es titular del Sabadell Financial Center. El edificio, en Brickell Avenue, tiene 30 plantas y hoy se busca inquilino para algunas de ellas.
Uno de los pulmones de Testa
Testa adquirió la Torre Adria en marzo de 2006 a Deutsche Bank, con la intermediación de CB Richard Ellis. La operación alcanzó los 560 millones de euros y marcó un hito en el mercado inmobiliario francíés.
La torre es en la actualidad el único activo de la filial de Sacyr en Francia. La superficie alquilable es de 58.000 metros cuadrados, a los que hay que sumar cinco niveles de aparcamiento. Con la compra del inmueble, el grupo español se hizo con un contrato de alquiler por el que la ingeniería Technip iba a ocupar por completo el edificio hasta 2015. Una fecha que se encuentra ampliada ahora hasta 2021.
Testa es de las divisiones de Sacyr que mejor está soportando la crisis. Al cierre del primer semestre de este año la cifra de negocio crece un 2%, hasta 125,6 millones. El ebitda mejora un 21%, marcando 119 millones, y el beneficio neto supera los 55 millones, con un avance del 52%. El margen bruto de explotación de la patrimonialista se mantiene por encima del 79%, mientras el grado de ocupación de sus 1,5 millones de metros cuadrados de superficie alquilable es prácticamente del 100%, según afirma la empresa ante la CNMV.
Sacyr debe a Testa una cartera de ingresos de 2.300 millones, de los que casi el 80% engrosarían el ebitda (1.863 millones).
La deuda neta del grupo es de 8.600 millones, de los que 2.370 millones cuelgan de la patrimonialista Testa. Ambas cifras se verían recortadas en 640 millones con el traspaso de la torre parisina Adria y la liquidación de la gala Tesfran.