Los mercados empiezan a mostrar síntomas de agotamiento tras las subidas recientes. Además, las diferencias entre Merkel y Hollande en torno a la figura del supervisor bancario hacen pensar en un nuevo freno hacia la integración. En España arranca una semana clave, con el nuevo plan de reformas impuesto por Bruselas, Presupuestos y los resultados de la auditoría a la banca de Oliver Wyman sobre la mesa.
Han sido tres semanas de ganancias, desde que Mario Monti hiciera pública su intención de equilibrar los mercados de deuda europeo mediante compras ilimitadas de bonos con vencimientos hasta tres años. Poco despuíés, Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal apuntaló, e incluso aceleró, las ganancias tras anunciar la nueva ronda de inyección de liquidez, QE3. El Ibex encadena cuatro semanas al alza y ha recuperado más de un 35% desde los mínimos de finales de julio. En el arranque de la nueva semana, parece que ha llegado el agotamiento: los futuros europeos se anotan caídas cercanas al 1%.
La prima de riesgo española parte de 416 puntos y el euro cede posiciones y se sitúa en 1,2949 dólares.
España sigue en el ojo del huracán de los mercados: cuándo y cómo pedirá el rescate se ha convertido en cuestión de suma inquietud para unos mercados para los que la incertidumbre es el peor enemigo. Sobre el mercado español planea tambiíén la sombra de Moody's y su revisión de la calificación española: la amenaza de que la agencia de calificación rebaje hasta el nivel de bono basura la deuda española. Sería, en caso de hacerse realidad, un factor que podría acelerar la petición de auxilio financiero.
Además, los inversores comienzan a impacientarse con los políticos europeos y sus dificultades para consensuar cada nuevo paso hacia una mayor integración. Este fin de semana, las diferencias mostradas por el presidente francíés, Franí§ois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, respecto a los planes para crear una unión bancaria en Europa dejaron en evidencia que el camino aún será largo. "Hay que introducir la supervisión bancaria, hay que estabilizar la eurozona y hay que crear una nueva gobernabilidad para Europa", dijo Hollande en un acto para celebrar el aniversario de la recuperación de las relaciones bilaterales tras la Segunda Guerra Mundial. Pero Merkel puso una condición: "No tiene sentido hacer rápidamente algo que luego no funcione". Diferencias no de concepto sino de calendario.
