Los futuros europeos intentan las subidas despuíés del mal sabor de boca que dejó la jornada de ayer, en la que el Ibex 35 vivió su peor sesión del mes con una caída del 4%.
Hoy todas las miradas están puestas de nuevo en España, donde el gobierno presentará los Presupuestos Generales para 2013 e informará de nuevos recortes para ajustarse al ahorro de 39.000 millones que debe cumplir con Bruselas . El sector financiero de nuestro país continúa en el foco, ya que mañana por fin se conocerán las conclusiones de Oliver Wyman sobre las necesidades de capital que cada entidad tenga.
En los movimientos de preapertura, el Eurostoxx 50 sube un 0,6%, el FTSE 100 avanza casi un 0,4%, el Cac francíés gana un 0,7%, y el Dax alemán sube otro 0,5%.. El euro por su parte, continúa cotizando en los 1,28 dólares y la prima de riesgo española no consigue relajarse y se sitúa en los 463 puntos básicos.
En Asia la sesión está siendo positiva, especialmente en las bolsas chinas gracias a los últimos estímulos económicos. El Hang Seng se anota una subida del 1,5%, y el Shanghai Composite alcanza casi el 3%. Más tímido ha sido el índice Nikkei de la bolsa de Tokio, que ha cerrado con un alza de medio punto porcentual. El Kospi de la bolsa de Corea del Sur tambiíén cerró en verde, con un alza del 0,4%.
La crisis de imagen de España vuelve a copar las portadas internacionales en el día de hoy y la tensión en los mercados aumenta. La incertidumbre la situación económica y sobre si Mariano Rajoy pedirá el rescate o no preocupa a los inversores, que cada vez ven más dudas en el futuro de España. Los últimos conflictos internos, como las protestas frente al Congreso de los Diputados o las manifestaciones independentistas de Cataluña -que ha convocado elecciones anticipadas-, continúan estando en boca de todos los medios extranjeros.
Mientras tanto, el debate sobre la unión bancaria de la Eurozona y el supervisor único sigue sobre la mesa. Ayer el núcleo duro compuesto por Alemania, Finlandia y Holanda anunciaban su rechazo a la recapitalización directa de la banca. Concretamente, declararon en su comunicado que estarían dispuestos a permitir que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) recapitalice a los bancos problemáticos si se distingue entre problemas futuros y "heredados", con lo que los bancos españoles seguirían siendo responsabilidad del Estado y, por tanto, no se rompería el vínculo entre el sistema financiero y la deuda pública.