Las pocas novedades que se esperan salgan de la reunión (casi de transición) sobre política monetaria que celebra hoy el BCE desviarán las miradas ahora más que nunca hacia España. Pero, ¿lanzará el organismo monetario algún mensaje a España?
Un mes despuíés de que el Banco Central Europeo (BCE) pusiera sobre la mesa su OMT (outright monetary transactions), es decir, un plan de compra de deuda soberana de países con problemas de forma "ilimitada" no parece dispuesto a mover ficha. "Probablemente el BCE valorará el impacto en el mes del anuncio de este plan y la calma relativa a que ha llevado al mercado", según Josíé Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Pero sobre todo, esperará despuíés de dar este gran paso adelante y "tras el que no ha pasado nada que impulse a la entidad a adoptar nuevas medidas extraordinarias", matiza Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank.
Y es que ninguna medida de estímulo supone no mover tampoco la ficha de los tipos de interíés. La que el pasado mes de julio ya bajó al mínimo histórico del 0,75% y se resiste a volver a dejarla caer, pese a que algunos analistas consideran que lo más apropiado sería que bajase el precio del dinero al 0,5%. Sin embargo, varios miembros del consejo de gobierno del BCE han dicho en las últimas semanas que es adecuado el precio del dinero actual.
1. ¿Pedirá cuentas a España sobre el rescate?
El mecanismo de compra de deuda que la autoridad monetaria europea diseñó parecía estar hecho a medida para España, hasta el punto de que el propio Draghi mencionó que la decisión estaba (hace un mes) "en manos del Gobierno de España". Sin embargo, aún no se ha solicitado el rescate y el propio Mariano Rajoy ha desmentido que España vaya a pedir asistencia a los socios europeos de forma inminente, como se apuntaba el martes pasado.
Por tanto, la mayoría de los expertos coinciden con que ahora es el turno de los gobiernos que lo precisen solicitar la ayuda correspondiente. Y en ese sentido podría centrarse el primer mensaje del BCE a España.
"Tras la estrategia del BCE en julio, las dudas de Rajoy y, sobre todo, de Angela Merkel para que España pida el rescate dejan a Draghi en una situación de debilidad ante el Consejo y especialmente ante Jens Weidmann", apunta Josíé Carlos Diez, economista jefe de Intermoney. Por tanto, "lo normal es que Draghi muestre su enfado en la rueda de prensa y díé un mensaje duro sobre el tema", según Díez.
2. ¿Analizará los datos de Oliver Wyman?
Iván Comerma, director de banca de inversión de Mora Banc, no cree que la máxima autoridad monetaria de la zona euro hable directamente de España, pero su percepción es que en caso de hacerlo se referirá a los resultados de los stress test de Oliver Wyman "diciendo que los resultados de los mismos demuestran que el dinero disponible para recapitalizar la banca española, es más que suficiente para restaurar la confianza".
Tambiíén respecto a la banca, al experto de Citi le gustaría que el BCE aprobara más medidas de liquidez para las entidades y concrete la promesa de relajar los colaterales para que la banca acceda a las subastas de liquidez. Lo único que se conoce es que ya no se tendrá en cuenta el criterio de las agencias de rating para aceptar la deuda que le dan los bancos como aval a cambio de liquidez.
3. ¿Bajará Moody's a bono basura el rating de España?
El mercado espera que a lo largo de este mes la agencia de calificación de riesgos Moody's revise el rating de España, con el riesgo de que lo baje a niveles de bono basura. Para ello, antes analizará los últimos datos que se han publicado sobre nuestra economía. En especial las pruebas de resistencia a la banca realizadas por Oliver Wyman que destaparon un díéficit de capital de 53.700 millones en siete entidades españolas.
Dependiendo de cuándo esta agencia de calificación tome su decisión, el BCE podría hacer una nueva alusión al país. "Si Moody's decide esperar a anunciar el rating de España a despuíés de la reunión de tipos, eso debería ser todo. Pero si Moody's decide hacer coincidir su anuncio de rating con la reunión del BCE, entonces, Draghi saldrá a comentar que ese rating no refleja del todo las medidas de austeridad tomadas por el Gobierno de España, y las medidas de liquidez puestas a disposición de España tomadas por el BCE", destaca Iván Comerma.
4. Insistirá sobre el objetivo de díéficit en 2012
En opinión de Enrique Quemada, consejero delegado de One to One, todos los mensajes que este organismo que preside Mario Draghi enviará a España "serán de presión" respecto a esa "única preocupación del BCE y de la Unión Europea para que nuestro país cumpla con el objetivo de díéficit" para este ejercicio, fijado en el 6,3% del Producto Interior Bruto (PIB).
"El BCE pueda dar a España debería de generalizarse para todos los políticos europeos. Si despuíés de su reunión de septiembre pudiíéramos decir que el BCE había 'construido un puente' para todos ellos, los políticos europeos parecen empeñados en 'alejar la orilla'", explica Antonio Castelo, analista financiero de Interdin.
Y entre los ejemplos que parecen responder a esta estrategia, el experto de Interdin menciona "la táctica dilatoria del gobierno español respecto a la petición de un nuevo rescate, la convocatoria de elecciones en Cataluña y la carta de los líderes de Alemania, Holanda y Finlandia en contra de que el MEDE asuma la recapitalización directa de los sistemas financieros de España e Irlanda, tal y como había propuesto el BCE".
Tras la presentación de los últimos ajustes de Rajoy coincidiendo con la presentación de los Presupuestos Generales, "no hay mucho más que a priori pueda hacer el Ejecutivo para obtener las ayudas de las instituciones europeas", de ahí que las conclusiones respecto a las medidas adoptadas son: "que siguen escrupulosamente las directrices trazadas por la Unión Europea y que se confirma que el desapalancamiento público seguirá aumentando severamente el lastre de la economía".
A su vez, la primera de estas conclusiones "tiene consecuencias positivas relevantes: se refuerza la probabilidad de que un próximo rescate europeo de España no conlleve objetivos de política económica distintos a los anunciados y, por tanto, se favorece que la solicitud se presente en los próximos días o semanas", concluye Antonio Castelo.
El BCE se reúne dos veces al año fuera de Fráncfort, su sede central, y tras la reunión de Barcelona en mayo, mañana se desplazará hasta Liubliana, la capital de Eslovenia.