Por... ALI AKBAR DAREINI
TEHERAN -- La policía emitió el miíércoles advertencias a los comerciantes que cerraron sus tiendas en el bazar principal de Teherán, e implementó operativos contra las personas que se dedican a cambiar divisas en las calles, como parte de las medidas para frenar la caída de la moneda, que ha perdido más de un tercio de su valor en menos de una semana.
Las medidas ponen de manifiesto las graves preocupaciones de los funcionarios ante un escenario de posible inestabilidad, parcialmente atribuido a las sanciones occidentales impuestas por el programa nuclear de Teherán.
El descontento público va en aumento ante una combinación dañina entre una moneda que se devalúa y unos precios que van en aumento. Ello ha provocado que algunos alimentos fundamentales para los iraníes, como la carne de pollo y cordero, queden fuera del alcance de muchas personas de bajos recursos.
La depreciación del rial ha reavivado además las disputas políticas internas entre el presidente Mahmud Ahmadineyad y sus rivales poderosos, quienes afirman que la crisis se deriva tambiíén de las erróneas políticas monetarias del gobierno.
La moneda iraní cayó el martes a un mínimo histórico de 35.500 riales frente al dólar estadounidense en el intercambio informal, que sería el referente más seguido en el país. El tipo de cambio era de 24.000 riales por dólar hace una semana, y de 10.000 apenas a comienzos de 2011.
Las casas de cambio permanecieron cerradas el miíércoles. Tambiíén los sitios especializados en internet se vieron impedidos de difundir datos actualizados.
En lo que se perfilaba como una confrontación potencialmente grave, los mercaderes habrían cerrado numerosas tiendas en el bazar de Teherán,
el principal centro del comercio tradicional en la capital iraní.
El bazar ha tenido una participación primordial en la definición del rumbo político de Irán: dirigió una revuelta que arrancó concesiones democráticas al ríégimen monárquico hace más de un siglo y apoyó la revolución islámica de 1979.
La agencia semioficial Mehr reportó el miíércoles que el cierre del bazar obedeció a motivos de seguridad. Luego, el coronel de la policía, Jalili Helali, dijo a esa agencia que el bazar no estaba oficialmente cerrado, aunque advirtió que las autoridades tomarían medidas contra muchos comerciantes que no abrieron sus establecimientos.
"El bazar de Teherán no está cerrado. La policía se encargará de las asociaciones que han cerrado sus tiendas para causar turbulencias" económicas, dijo Mehr.
En tanto, la policía antidisturbios patrulló en la jornada las calles cíéntricas de Teherán donde trabajan los cambistas de moneda. Hubo reportes no confirmados de arrestos, pero las autoridades iraníes no han emitido declaraciones al respecto.
La caída de la moneda se ha sumado a los predicamentos de la economía de Irán, que soporta la carga de las severas sanciones contra su exportación de petróleo y está impedido de realizar transacciones mediante las redes bancarias internacionales. Estados Unidos y sus aliados impusieron las medidas en un intento por arrancar a Teherán concesiones sobre su programa nuclear, que según Occidente busca desarrollar armas atómicas.
Teherán insiste en que su programa tiene propósitos pacíficos.