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Más de la mitad de los franceses considera inequitativas las medidas de austeridad contenidas en el proyecto de presupuesto del Estado para 2013, de acuerdo con los resultados de un sondeo publicado hoy aquí.
Según la muestra, realizada por la empresa de mercado y estudios de opinión BVA, el 54 por ciento de los entrevistados califica como desigual el esfuerzo reclamado por el Gobierno para compensar el escaso crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
El Ejecutivo galo se propone obtener 30 mil millones de euros adicionales para cumplir el objetivo de reducir el díéficit fiscal al tres por ciento del PIB el año próximo.
La vía para obtener estos recursos se distribuyó por igual entre la reducción del gasto público, el aumento de impuestos para el sector empresarial y nuevas cargas para la población.
Ante la pregunta de si esta repartición del rigor presupuestario es equitativa, 54 de cada 100 personas respondió que no, 45 dijo sí y una señaló no conocer el tema.
Por sectores económicos, el 53 por ciento de los más acomodados considera positiva la distribución de la austeridad, contra el 42 por ciento de los más modestos.
Durante su campaña electoral, el ahora presidente Franí§ois Hollande prometió bajar de 4,5 al tres por ciento el díéficit fiscal de Francia y llevarlo a cero al tíérmino de su mandato, en 2017.
Ambos objetivos chocaron, sin embargo, con el díébil comportamiento de la economía, que lleva estancada tres trimestres consecutivos y este año no aumentará más allá del 0,2 por ciento, según todos los pronósticos.
Recientemente la vocera del gobierno, Najat Ballaud-Belkacem, reconoció la imposibilidad de lograr un total equilibrio financiero, es decir un díéficit de cero puntos, en los próximos cinco años.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos informó que en el segundo trimestre de 2012 la deuda pública francesa, en lugar de disminuir, creció en 43 mil millones de euros y se ubicó en el 91 por ciento del PIB.
