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BRASILIA -- Brasil concederá incentivos fiscales a empresas automotrices que inviertan en ciencia y tecnología para mejorar la eficiencia energíética y seguridad de los automóviles en los próximos cuatro años, anunció el jueves el gobierno.
El nuevo ríégimen automotriz, que estará en vigor entre 2013 y 2017, busca estimular la investigación y el desarrollo y la innovación tecnológica de la industria.
El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, explicó que el ríégimen tiene como objetivo "colocar a Brasil definitivamente en la ruta tecnológica global de la industria automovilística".
Brasil actualmente es el cuarto mayor mercado mundial de autos, con 3,6 millones de unidades vendidos anualmente, al tiempo que es el síéptimo mayor fabricante con 3,4 millones de unidades producidas cada año.
Pimentel consideró que, dado el tamaño del mercado y de la industria, es posible impulsar avances tecnológicos en la producción de vehículos mediante incentivos fiscales.
"Estamos incentivando la producción de vehículos más eficientes, más económicos y más seguros", sostuvo.
Indicó que las empresas que se inscriban en el programa de incentivos a la innovación tecnológica pueden llegar a tener una reducción de hasta 30 puntos porcentuales en su impuesto a la producción industrial (IPI).
En el caso de eficiencia energíética, el programa tiene como meta para 2016 que los vehículos livianos tengan capacidad de circular 17,2 kilómetros por litro de gasolina y 11,96 kilómetros por litro de etanol. Tales metas fueron planteadas por la Unión Europea para 2015.
La empresa que alcance tal meta tendrá una reducción de dos puntos porcentuales en su IPI. Para el consumidor, ese nivel de eficiencia permitirá un ahorro anual de 575 dólares en combustible, por cuanto el promedio actual de los vehículos livianos es de 14 kilómetros por litro de gasolina y 9,71 por litro de etanol.
En seguridad, la legislación actual exige que a partir del próximo año todos los autos fabricados en Brasil tengan bolsas de aire y dentro de dos años todos deberán tener frenos ABS.Pimentel dijo que se darán incentivos tributarios para las empresas que ofrecen garantías de seguridad que van más allá de eso, como control de estabilidad para evitar volcamientos y sistemas de prevención de accidentes.
Actualmente, la mayoría de los vehículos brasileños considerados populares por ser de menor costo y tener un motor de menos potencia, carecen de exigencias básicas de seguridad.
Las normas para gozar de incentivos exigen tambiíén componentes locales en la fabricación del automóvil. Así, el fabricante de autos deberá realizar en Brasil seis de las 12 etapas fabriles para 2013. Para los dos años siguientes la exigencia subirá a siete etapas y a ocho para 2016.
Los incentivos beneficiarán tambiíén a empresas que importan vehículos si los autos cumplen con los requisitos de eficiencia energíética y de inversión en investigación y desarrollo.
Según Pimentel, entre las empresas interesadas en instalar fábricas en Brasil están la alemana BMW, la japonesa Nissan y las chinas Cherry y Jac, que podrán adherir al nuevo ríégimen de incentivos.
La industria automovilística representa más de 20% del producto interno bruto industrial de Brasil y es una de las principales generadoras de empleo.
Según el ministro de Hacienda, Guido Mantega, el sector tiene proyectadas inversiones por 22.000 millones de dólares los próximos tres años, que podría crecer aún más con los incentivos ofrecidos.