El día 23 de julio, ante "la situación de extrema volatilidad" de los mercados de valores europeos que "podría perturbar su ordenado funcionamiento y afectar al normal desenvolvimiento de la actividad financiera", la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió prohibir durante tres meses las "operaciones sobre valores o instrumentos financieros que supongan la constitución o incremento de posiciones cortas netas sobre acciones admitidas a negociación en un mercado secundario oficial español". Dentro de 20 días, por tanto, podrán regresar al mercado los bajistas, es decir, aquellos que apuestan a que un valor o un índice van a caer. Ante esta situación, ¿puede hacer algo un inversor tradicional?
Los expertos coinciden en que no hay una pauta de comportamiento clara. La reacción del mercado es impredecible y depende tambiíén de otros factores. Sin embargo, si se mira lo ocurrido en 2011, cuando se levantó la prohibición de las posiciones cortas en el sector financiero, los valores cayeron cerca de un 10% en los primeros días que pudieron tomar posiciones los bajistas.
De ahí que los expertos se mantengan cautos. Marc Ribes, cofundador de BlackBird Wealth Management, recomienda salir de los bancos, inmobiliarias y de empresas muy endeudadas, como FCC o Sacyr. “Recomendamos estar fuera de estos valores y ver quíé pasa. Si la bolsa aguanta bien los primeros días, podemos volver a entrar, y si no, esperamos a ver quíé pasa tras la caídaâ€, explica Ribes.
Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, cree que los valores que se verán más afectados serán “los que más cortos tenían antes de la prohibición, los sectores más díébiles, como constructoras, bancos medianos, Acciona, Indra o Gamesa. Por ejemplo, Banco Popular puede ser un valor en el que, si el mercado no confía, pueden volver los cortosâ€.
Basándose en la experiencia anterior, Ignacio Cantos, director de renta variable de Atl Capital, tambiíén cree razonable vender algunos títulos financieros. “Pueden caer al principio, por lo que se podría vender el día 20 o el 21. De todos modos, habría que ver las implicaciones fiscales. Si tengo minusvalías en un valor y lo vendo, para poder compensar las minusvalías con plusvalías no lo puedo comprar en dos meses. Me parece que los bancos están baratos. Si vendo y se pide el rescate, la bolsa va a subir y me lo puedo perder. Es una estrategia arriesgadaâ€. Cantos considera razonable comprar una cobertura ante las bajadas, pero sólo para el muy corto plazo.
En cualquier caso, los expertos destacan que el comportamiento del mercado no va a depender únicamente del levantamiento de la suspensión de cortos, sino de otros factores; fundamentalmente que España solicite o no el rescate. Para Pingarrón, “si se solicita, tendrá efecto positivo en la deuda y los bancos se verán beneficiados por ser los principales poseedores. Pero si España tarda en pedirlo y los mercados se ponen nerviosos, se tomarán posiciones cortas en los bancosâ€, asegura Pingarrón, para el que, en este sentido, Santander y BBVA son los que pueden canalizar buena parte de las posiciones cortas. “Es más fácil porque son más líquidos y pueden verse afectados por ser bancos españolesâ€.
Para Ribes va a ser determinante la prima de riesgo, entendida en el sentido clásico de la relación entre la rentabilidad de la renta fija y la rentabilidad por dividendo de la renta variable. “Si el BCE compra bonos, los inversores comprarán bolsa. Los inversores institucionales buscan rentabilidad y si compran deuda a largo plazo al 7%, al dividendo le van a exigir el 8% o 9%, porque si no, ¿para quíé asumir riesgo? La bolsa está barata, pero más lo está la deudaâ€.