"Cuando estemos trabajando, ¿por quíé vamos a tener que cotizar si no vamos a poder cobrar ninguna pensión?" es lo que los alumnos de Santiago Niño Becerra le preguntan a menudo. Y en base a eso, el economista ha escrito su nuevo artículo de opinión de La Carta de la Bolsa, en el que pone de manifiesto que los primeros tabús de la sociedad se han comenzado a caer por la crisis sistíémica que estamos padeciendo.
"Tal vez fuese 'taboo', tal vez, pero ayer fue la primera vez que oficialmente se habló -M. Olivier Blanchard- de que esta crisis es de diez años" asegura Niño Becerra, al tiempo que explica que, históricamente las crisis sistíémicas como la actual tienen una duración de entre diez y doce años, por lo que aún no se ha llegado al final de la evolución.
"Cada economía, dice el economista jefe del FMI, debe buscar su propio camino para reducir su deuda; pienso que no, ya saben, que tendrá que ser de forma coordinada, pero aún no hemos llegado aquí. Diez años: parece que ya no es taboo" destaca el experto.
Otro tabú que pone de manifiesto es el de las pensiones contributivas. El Catedrático explica que entre 2002 y 2011, el volumen de este tipo de prestaciones se ha incrementado un 75,13%, por lo que si se cumple la cifra prevista por el Gobierno para el año que viene, se dispararán un 87,06%. Asimismo, recuerda que nuestro país no crece, hay 8,9 millones de pensionistas y que la esperanza de vida es la más elevada de Europa: unos 81 años de media.
Con estos datos, Niño Becerra adelanta que "si España no crece, no genera ocupación y el desempleo, el subempleo y la economía informal continuarán aumentando, lo que llevará a una caída de las cotizaciones sociales". "El Estado puede ir utilizando el fondo de reserva de las pensiones, pero el límite a esta política es su agotamiento. Y otras vías quedan cerradas por los compromisos de díéficit, máxime teniendo en cuenta a la velocidad con que está creciendo la deuda pública en España" puntualiza.
¿Quíé pasará con las pensiones?
Por todo ello, el economista se atreve a formular la pregunta tabú que nadie formula: ¿y quíé va a pasar con las pensiones?. Para esta cuestión hay dos posibilidades:
Por un lado, "el Estado, a quien no pueda continuar trabajando, le garantiza un subsidio mínimo decreciente en función de unas recaudaciones que cada vez serán menores porque cada vez menos factor trabajo será necesario, y que esas personas que no pueden trabajar que se espabilen y apañen como puedan".
Y por otro lado, "el Estado deja de pagar cualquier prestación y la población que no puede obtener ningún tipo de renta emprende un camino parecido al que decidió tomar el personaje de Sol en el film Soylent Green (Richard Fleischer, 1973)".
"La realidad siempre es tozuda", asegura Niño Becerra, por lo que "el hecho de que no se formule la pregunta no va a suponer que no llegue lo que la pregunta supone". El economista considera que el tema de las pensiones debe dejar de ser ya un tabú y ser abordado cuanto antes, pero "los políticos no se enteran y parece que algunos expertos tampoco", sentencia.
