¿Echar el candado o seguir hasta que la cuenta de resultados aguante? El visto bueno de España, ayer, al temido impuesto sobre transacciones financieras o ‘tasa Tobin’ que plantea gravar con un mínimo del 0,1 % las transacciones con acciones y bonos, y con el 0,01 % las operaciones con derivados supone una nueva vuelta de tuerca para el negocio de la intermediación bursátil nacional, que hasta junio ha registrado un extraordinario deterioro frente al mismo período del año pasado.
Aunque el visto bueno al impuesto de hasta 11 países europeos no evitará un proceso lento que puede sufrir modificaciones por el camino, para las casas de bolsa medianas y pequeñas puede ser el golpe definitivo. En pleno desplome de las cifras de contratación por la deserción de los grandes inversores institucionales del mercado español, sus grandes cifras amenazan ruina.
La radiografía del sector es elocuente. Hasta junio, el beneficio de las agencias de valores –que a diferencia de las sociedades no pueden operar por cuenta propia y engordar su cuenta de resultados- se ha desplomado un 55% respecto al mismo período del año pasado. Pero lo peor es que la capacidad de resistencia es mínima: las comisiones percibidas apenas cubren los gastos de explotación y los recursos propios se han reducido más de un 10% en doce meses.
Dice la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su informe trimestral que “las condiciones de solvencia de estos intermediarios financieros continuaron siendo suficientemente holgadasâ€. Sin embargo, son muchas las firmas a las que la aplicación de la Tasa Tobin –ahora se abre un largo período de negociación en Europa- pondría al borde del desastre.
“Operamos con unos comisiones que ya no pueden ser más bajas, entre el 0,02% y el 0,05%. El impacto de la tasa nos obligaría a cerrar o a reducir nuestras estructuras hasta niveles que pondrían en peligro la calidad del servicio. El impuesto encarece la operativa y provocará una caída de la contratación. Habrá menos tarta para repartir entre las mismas bocasâ€, aseguran en un bróker mediano que ha dado píérdidas hasta junio.
Aunque aún no hay datos oficiales, la introducción de la ‘Tasa Tobin’ en Francia –único país europeo donde se aplica- desde el 1 de agosto habría provocado una caída de alrededor del 15% del volumen de negocio en el mercado galo. Los ‘brokers’ españoles han pedido al Gobierno que antes de tomar una decisión se analice el impacto de la medida en el país vecino.
Lo cierto es que el sí de España a la ‘Tasa Tobin’ coge en un momento muy delicado a la industria bursátil española. En un año, el número de ‘brokers’ en píérdidas se ha disparado desde los 30 a los 38. Siete de estas nuevas firmas en números rojos son agencias de valores.
En una carta remitida al Ministerio de Hacienda, la patronal de las cajas, CECA, alertaba al Gobierno sobre el riesgo de poner en marcha un impuesto que en su opinión “producirá una deslocalización de las operaciones fuera de España y podría suponer la desaparición de las casas de bolsa de mediano y pequeño tamañoâ€.
Ni las torres más altas del sector han vivido al margen del desplome de las cifras de contratación y de desinteríés de los grandes inversores por el mercado español. Nomura, Citi y Credit Suisse han adelgazados sus mesas de operaciones en España, y RBS o una firma nacional como Inverseguros han echado el candado a su actividad de renta variable. Otras muchas estudian medidas similares