La campaña del aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, utilizó hoy la noticia de quiebra de A123 Systems, fabricante de baterías para vehículos elíéctricos, como una nueva prueba del "fracaso" del presidente de EE.UU. y candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, en el uso de fondos públicos.
"La quiebra de A123 es un nuevo fracaso de la desastrosa estrategia del presidente Obama de jugarse miles de millones de dólares de los contribuyentes en una estrategia de crecimiento, guiada por el Gobierno, que simplemente no funciona", indicó Andrea Saul, portavoz de Mitt Romney, en un comunicado.
La empresa fabricante, con sede en Massachusetts, había recibido en 2009 una subvención federal de 249 millones de dólares por parte del Departamento de Energía de EE.UU. y el titular de este, Steve Chu, la citó entonces como uno de los ejemplos de íéxito en materia de alta tecnología y energías renovables.
A123 utilizó 132 millones de los 249 aprobados por el Departamento de Energía.
La noticia es probable que sea utilizada por Romney como munición en el segundo debate presidencial frente al presidente Obama que se celebra esta noche en Hempstead (Nueva York).
Romney ha basado gran parte de su estrategia de campaña en la crítica a las políticas económicas de Obama, a quien ha atacado por carecer de experiencia empresarial y desconocer el funcionamiento de la iniciativa privada.
El aspirante republicano ha subrayado que su visión económica se asienta sobre el principio de que el sector privado es mucho más eficiente que el sector público, al contrario que las políticas de Obama que han incrementado el tamaño del Gobierno.
Por su parte, el republicano Darrell Issa, presidente del Comitíé de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, señaló tambiíén que la quiebra de A123 es "la última fábula con moraleja acerca del uso por parte de la Administración de dinero público para patrocinar proyectos y luego evitar la responsabilidad cuando no son exitosos".
Issa se refería, sin mencionar, a la sonada quiebra en septiembre de 2011 de la empresa californiana de paneles solares Solyndra LLC tras haber recibido una garantía de príéstamo del Departamento de Energía de 535 millones de dólares y cuya sede había visitado el propio Obama poco despuíés de llegar a la Presidencia, en enero de 2009.
Por su parte, la Administración Obama salió al paso al asegurar que los activos de A123 fueron adquiridos por Johnson Controls Inc., una compañía de tecnología de energía global con sede en Wisconsin.
En un blog publicado hoy, Dan Leistikow, director de Asuntos Públicos del Departamento de Energía, explicó que "en una industria emergente, es muy común ver cómo algunas empresas se consolidan con otras a medida que la industria crece y madura", y subrayó que el mercado global de baterías elíéctricas para autos se está expandiendo "de manera dramática".
Por último, Leistikow afirmó que A123 había contado con un "larga historia de apoyo bipartidista" y recordó que la compañía había recibido previamente una subvención federal por parte de la Administración del republicano George W. Bush en 2007