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Autor Tema: Un accionista de ACS impugna ante el juez las cuentas "ficticias" y el sueldo  (Leído 224 veces)

Eguzki

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A Florentino Píérez se le suma un nuevo problema tras anunciar la suspensión del dividendo por las píérdidas en Iberdrola. Un antiguo directivo de Dragados ha impugnado los principales acuerdos de la junta general de accionistas de ACS, entre los que destacan las cuentas anuales, la retribución del consejo y la gestión del órgano de gobierno.

Así­ consta en la documentación de la propia constructora en relación a la celebración el pasado 31 de mayo de la habitual junta general. En dicho acto intervino Tomas Peña, ex director de contratación de Dragados y dueño de 104 acciones de ACS. El ex directivo del grupo de construcción y servicios votó en contra de los puntos primero, tercero y cuarto del orden del dí­a.

Exactamente, los puntos que proponí­an la aprobación de las cuentas anuales, el informe sobre las retribuciones de los consejeros y la gestión de los mismos. En ese momento, hizo pública su protesta, pidió que constara literalmente en acta y se reservó el derecho a impugnar judicialmente los acuerdos de conformidad con el artí­culo 25 del reglamento de ACS.

Dicho y hecho, Peña ha puesto en manos de la Justicia su discrepancia sobre la contabilidad del grupo presidido por Florentino Píérez, oposición que ha sido admitida a trámite por un juzgado de Madrid. El accionista minoritario de ACS considera que las cuentas individuales y consolidadas incluyen  “numerosas infracciones de la normativa jurí­dico-contable”, errores que generan unos “beneficios ficticios en los resultados de 2011 frente a unas píérdidas reales” de haberse aplicado correctamente la regulación.

Por ese motivo, el antiguo directivo de Dragados, empresa adquirida por ACS a Banco Santander sin el lanzamiento de la correspondiente OPA, estima que las cuentas no reflejan “la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados”. En base a ese razonamiento, la compañí­a no debió repartir dividendos al tener que haber registrado píérdidas en lugar de beneficios. Ni remunerar al consejo de administración, ya que el reglamento interno impide pagar salarios a los gestores cuando el ejercicio acaba con números rojos. Los consejeros de ACS recibieron 10,68 millones de euros con cargo a 2011, año que la compañí­a obtuvo teóricamente unas ganancias de 951 millones.

El accionista explica que ACS no contabiliza como obliga la normativa “el descenso prolongado y significativo en el valor razonable (cotización) de la acción de Iberdrola”, de la que a finales del pasado año tenia el 18% del capital. En su intervención, expone que la compañí­a si habí­a reconocido ese deterioro en el patrimonio neto del balance, pero no lo habí­a traslado a la cuenta de resultados como impone la regulación.

“Se oculta el deterioro con el objeto de seguir generando beneficios que son ficticios”, sentencia Peña, quien añade que con esta contabilidad Florentino Píérez ha estado “descapitalizando año tras año la empresa distribuyendo dividendos con cargo a esos beneficios irreales que son píérdidas”.

Reconocimiento posterior

El juez tendrá que dilucidar ahora si ACS tiene que reformular sus cuentas. Pero curiosamente ha sido la propia compañí­a la que le ha dado la razón al accionista minoritario al recoger en el informe de resultados del primer semestre de 2012 esas píérdidas por su deficitaria inversión en Iberdrola. De hecho, el grupo anunció unas minusvalí­as de 1.233 millones entre enero y junio, frente a unas ganancias de 604 millones en el mismo periodo de 2011.

Esos números rojos fueron fruto del registro de las píérdidas de 599 millones por la venta del 3,9% de Iberdrola el pasado mes de abril y por el ajuste a un valor más razonable el resto de la participación en la elíéctrica. En concreto, 962 millones de agujero al reducir a 5,5 euros cada acción de Iberdrola, frente a los 7,1 anteriores. Pese a esa reducción del valor en libros de la inversión, ACS sigue teniendo unas píérdidas adicionales significativas de casi 1.300 millones, ya que el grupo energíético cotiza ligeramente por debajo de los 4 euros.