El primer ministro de Italia, Mario Monti, cree que faltan "pocos meses para que emerjan señales claras de recuperación" de la economía del país. "Italia, y deseo que continúe así en los pocos que meses que, espero, faltan para que emerjan claros signos de recuperación", ha señalado Monti durante su intervención en un encuentro organizado por la asociación italiana de empresarios agrícolas Coldiretti.
En su alocución, además, ha subrayado que el país ha dado muestras de saber afrontar y soportar "con madurez" una importante cantidad de medidas de austeridad. Para Monti, los italianos han recibido esas medidas con madurez "quizá porque se ha comprendido que existía la necesidad de llevarlas a cabo". Asimismo, el primer ministro italiano ha hecho un llamamiento para no desperdiciar la confianza que el país ha conquistado.
Monti se ha referido además a la cumbre europea reciíén celebrada en Bruselas, en la que, según ha afirmado, se han dado "tambiíén gracias a la contribución de Italia, progresos importantes en el campo de la unión bancaria".
"í‰ste es otro paso, creo, para acelerar la salida de la crisis y para reforzar la gobernabilidad europea a travíés de una más eficaz supervisión de la actividad bancaria, orientada a prevenir los riesgos de contagio", ha agregado.
El jefe del Gobierno ha defendido además la actuación de su Ejecutivo en sus cerca de 11 meses de mandato y ha subrayado que nadie podrá acusarles de haber tomado "pocas decisiones, sino más bien demasiadas".
De este modo Monti ha aludido a las diferentes reformas acometidas por su Gobierno con el fin de sanear las cuentas públicas del país y recuperar la confianza de los mercados, entre las que se incluyen, un plan de ajuste de cerca de 30.000 millones de euros, la reforma de las pensiones y la del mercado del trabajo, así como liberalizaciones en varios sectores de la economía.
Entre las últimas medidas adoptadas por el Gobierno Monti figura además la aprobación de la ley de presupuestos para 2013, con un ajuste de 11.600 millones de euros repartido en los próximos tres años, una bajada de impuestos para las rentas más bajas y el aumento de un punto del IVA.