â– Con este pago, Sacyr podrá afrontar su deuda y La Caixa cobrará 158 millones
â– Venderá el 25% del ciclo de Vizcaya y un contrato de suministro de gas a España
La petrolera está dispuesta a pagar un euro por acción, con lo que consigue mantener una retribución atractiva para el accionista y a la vez adaptarse a la situación actual tras la expropiación de YPF.
La petrolera celebra mañana un consejo de administración ordinario donde previsiblemente se comentará la evolución que se prevíé para el dividendo, aunque la revisión de la retribución al accionista se formaliza habitualmente en el consejo de noviembre.
La obsesión del grupo es mantener el rating y su grado de inversión. Por ello, se ha decantado por rebajar de los 1,16 euros que se destinaron en concepto de dividendo en 2011 a un euro, lo que supone casi un 20% más de lo esperado por el consenso de analistas, que lo cifran en 0,81 euros, y un 13,7% menos que el año anterior.
Repsol sabe además que con este nivel de retribución Sacyr no tendrá problemas para hacer frente al servicio de la deuda y La Caixa obtendrá un ingreso importante, máxime despuíés de la decisión de Telefónica de suspender la retribución a sus accionistas.
Con todo, la compañía mantendrá un pay out de entre el 40 y el 55 por ciento, tal y como explicó la compañía el pasado mes de junio de cara a mantener el rating tal como solicitaban los analistas.
La petrolera reducirá de ese modo la parte del beneficio destinada a dividendo desde el 64% de los últimos 12 meses, pero al mismo tiempo mantendrá el sistema del script dividend (elección que se da a los accionistas de cobrar el dividendo en metálico o en títulos para dar flexibilidad a sus socios).
La reducción del pay out se debe principalmente a que la compañía ha tenido que rehacer sus números tras la expropiación de YFP. Antes de la nacionalización, la petrolera dedicaba una parte muy elevada del beneficio a la retribución al accionista, más que nada porque la petrolera argentina aportaba el 25% del resultado bruto de explotación (ebitda) y la rentabilidad del dividendo se situaba por encima del 7%. Con la situación actual, la compañía que preside Antonio Brufau quiere impulsar un dividendo en línea con el resto del sector, esto es, sobre un 3-4 por ciento.
La fórmula del script dividend ha funcionado con una importante aceptación en la petrolera. Concretamente del 63%, frente al 50% previsto, con lo que dejó de pagar de su caja 423 millones de euros. No obstante, algunos de los principales accionistas de la compañía cobraron mayoritariamente en efectivo, como fue el caso de La Caixa, Sacyr y Pemex.
Pago en efectivo
Previsiblemente, en esta ocasión tanto la caja, como la constructora y la compañía mexicana se decantarán por el pago en efectivo por sus necesidades de capital. Además, Pemex, que cuenta con un 9,5%, no puede sobrepasar la participación del 10%, tal como recoge el pacto parasocial con la petrolera tras el fracaso en su intento de tomar el control de Repsol al sindicar sus acciones con Sacyr durante la presidencia de Luis del Rivero. Por tanto, con el pago de un euro por acción, la entidad catalana ingresará 158 millones por su 13%, mientras que la constructora se llevará 122,2 millones y la mexicana un total de 116,09 millones de euros.
Si finalmente Repsol formaliza este dividendo, habrá podido sortear la expropiación de YPF mucho mejor que las previsiones de Bloomberg, que baraja una caída de la retribución de un 25%, hasta los 0,87 euros.
Por su parte, las actuales estimaciones del consenso de analistas de Factset recogen que la petrolera mantendrá un pay out del 50% y barajan una estimación de beneficio de 1.909 millones para 2012, frente a los 2.672 millones de euro de las previsiones de principios de año. Hace unos días, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) decidió mantener en BBB- (tercera nota dentro de la calidad aceptable) el rating de Repsol, pese a su reciente decisión de recortar en dos escalones la nota de España.